Con motivo de los graves conflictos que se están sucediendo en Medio Oriente, un grupo de jóvenes musulmanes hemos decidido acercarnos a la población. De esta manera esperamos salvar las distancias que nos separan, para invitarlos a sacarse las dudas y enterarse quiénes somos los musulmanes y qué es el Islam, y así combatir los prejuicios y la incomprensión entre los pueblos. Le proponemos un sencillo cuestionario, donde están reunidas algunas de las preguntas más frecuentes entre la gente, acerca de nosotros y nuestra religión.
- ¿Es cierto que Alá es el Dios de los musulmanes, distinto del de judíos y cristianos?-
No. “Al-láh” es sólo el nombre árabe para designar a Dios, el Dios de Abrahán, Moisés y Jesús, el Único posible. Quiere decir simplemente “la divinidad”. El idioma hebreo, pariente del árabe, tiene un nombre muy similar para designar a la divinidad: Eloh.
- ¿Es cierto que el Islam es una religión que se esparció por el mundo “a punta de espada”?
No. Si bien al igual que otros imperios de la antigüedad los califatos intervinieron en numerosas guerras y conquistas territoriales, las condiciones en que esto sucedió fueron radicalmente distintas al resto de los imperios. Muchas ciudades y pueblos a lo largo de la historia han sido conquistados por imperios, y luego de una larga ocupación no han adoptado la religión ni las costumbres de los conquistadores. Ante todo, hay que mencionar los siguientes puntos:
- El Sagrado Corán prohíbe explícitamente a los musulmanes ir más allá de la simple invitación al dar a conocer el Islam, y ya el Profeta Muhámmad (la paz sea con él) y sus compañeros consideraban nula la conversión de aquellos que lo habían hecho bajo amenazas o presiones, pues el requisito fundamental e indisimulable para profesar el Islam es “al-ijlás”: la sinceridad.
- En segundo lugar, el Islam reconoce el origen divino de todas las religiones, en especial el judaísmo y el cristianismo, a quienes el Profeta Muhámmad ordenó respetar y defender. Por ende, jamás los musulmanes hemos tenido fundamentos ni motivaciones religiosas para realizar conversiones forzadas. Los musulmanes somos una comunidad religiosa practicante y estos preceptos han estado en vigencia desde la venida del Profeta. A esto hay que agregar el ejemplo mismo del Profeta que luego de haber soportado el exilio de su ciudad natal (Mecca), padecer la persecución, la tortura y asesinato de muchos de sus compañeros por parte de los mecanos, marchó sobre la ciudad con motivo de la violación de una tregua y entró en Mecca sin matar una sola persona ni tomar como botín una sola de las pertenencias de los mecanos. Esto, en una época en que las costumbres tribales mandaban degollar a todos los hombres durante las conquistas, vender como esclavos a mujeres y niños y saquear la ciudad. Este ejemplo ha inspirado la proverbial generosidad de tantos líderes musulmanes como Saladino, quien 550 años después recuperó Jerusalén de manos de los cruzados sin saqueos ni venganzas, declaró libres de quedarse o emigrar a quienes quisieran, y escoltó a quienes quisieron marcharse con todas sus pertenencias hasta lugar seguro.
-En tercer lugar, hay que mencionar la ausencia de actitudes opresivas por parte de los estados musulmanes, y la ausencia de los impuestos abusivos que se solían aplicar a los conquistados, lo que derivó en que muchas poblaciones ubicadas en territorios en litigio entre varios imperios prefirieran estar bajo protectorado musulmán, lo que unido a la motivación religiosa derivó en que ciudades enteras abrazaran el Islam cada siglo. Como ejemplo de esto, podemos citar el caso de Indonesia y Malasia. Estas naciones insulares jamás estuvieron al alcance de los conquistadores. Su islamización comenzó en el siglo XV en el reino de Mayahit con los intercambios comerciales con mercaderes musulmanes, que se hicieron famosos por su legalismo y honestidad en el comercio. El hijo de un alto oficial del reino, abandonó el hinduismo y comenzó a predicar el Islam yendo como peregrino de un lugar a otro de la isla de Java. En la primera mitad del siglo XVI comenzaron a islamizarse los soberanos de algunos reinos costeros, y tras ellos sus ciudadanos. El reino central de Mataram se islamizó a continuación, siendo el más grande y poblado, y ya en el siglo 17 toda Java era musulmana. Luego el Islam se fue expandiendo a las demás islas y a Malasia, sin intermediación de conflicto bélico alguno. Hoy en día Indonesia es la nación musulmana más populosa del planeta: viven en Indonesia 250.000.000 de musulmanes, el 90 de la población.
El Asia Central también se islamizó sin coerción bélica dos siglos después de la invasión de los mongoles a Irak y Siria, cuando el conquistador Timur Leng (Tamerlán), nieto de Gengis Khan, abandonó el budismo y se islamizó en siglo 13 en el apogeo de su imperio. Los mongoles se islamizaron entonces como conquistadores, adoptando la religión de sus conquistados (árabes y turcos). La gran comunidad de musulmanes chinos también se islamizó merced a los peregrinos desde el siglo VIII. A la luz de estos hechos, la apreciación de que el Islam se expandió por el mundo a punta de espada es injusta e inexacta.
- ¿Es cierto que el Corán ordena lapidar a las mujeres adúlteras?
No. La lapidación es una antigua práctica anterior al Islam, común a muchos pueblos de Oriente, incluso judíos y cristianos. En el Sagrado Corán no hay una sola mención ni prescripción sobre la lapidación. Hay abundantes registros históricos de valor legal para los musulmanes, que demuestran que el Profeta Muhámmad (la paz sea con él) le repugnaba esta forma de castigo.
- ¿Es cierto que el Corán prescribe la ablación del clítoris para las mujeres?
No!! El Islam rechaza todas las formas de ascetismo y autoflagelación, incluso el celibato es contrario a la Tradición del Profeta. Esta práctica aberrante es una costumbre de algunos pueblos africanos que la han conservado luego de su conversión al Islam, y que a pesar de los esfuerzos de los musulmanes no han logrado erradicar.
- ¿Es cierto que el Islam fomenta el terrorismo?
No. El Islam condena realmente el terrorismo en todas sus formas, a diferencia de las grandes naciones de occidente, que combaten el terrorismo entre los pequeños movimientos de resistencia populares, mientras practican el Terrorismo de Estado nacional e internacional con sangrientas invasiones o dictaduras militares. Los argentinos ya saben un poco de estas cosas, ¿no?
- ¿Es cierto que el Corán le promete el paraíso a los suicidas y los que se inmolan en la guerra?
Absolutamente falso. Al igual que casi todas las religiones del planeta, el Islam condena el suicidio. El Profeta Muhámmad nos ha transmitido que quienes se quiten la vida, no irán al paraíso, sino al infierno. El Corán reconoce a quienes son víctimas de opresión e injusticias el derecho a la legítima defensa y convertirse en soldados, pero jamás en suicidas.
- ¿Es cierto que el Corán incentiva a los niños a llevar armas y luchar durante las guerras?
No, por Dios!! El deber de todo musulmán es proteger a su familia y a los más débiles de los males de la guerra. Quien no lo haga, ciertamente tendrá un severo castigo en el día del juicio, y el oprobio de Dios y los hombres en esta vida, y en la otra!
- ¿Es cierto que la mujer no tiene derechos en el Islam?
Por supuesto que los tiene. Lo que occidente percibe como sometimiento de la mujer musulmana, no es más que el hecho de que en las sociedades musulmanas al hombre y a la mujer se les reconocen roles y obligaciones distintos, ya que somos distintos. Las mujeres musulmanas incluso tienen derechos que las occidentales no tienen: un varón musulmán puede ir preso por separarse de su mujer y negarse a pasarle alimentos. El triste fenómeno de las madres solteras, trabajando solas duramente para mantener a sus niños, luego de haber sido abandonadas a su suerte por el padre, es algo escandaloso que en las sociedades musulmanas no existe, y aquí es más común que el arroz y los frijoles! Allí la familia todavía existe y hace feliz a la gente. Las sociedades musulmanas son sociedades tradicionales y conservadoras, donde las tareas más rudas son habitualmente asignadas a los hombres y las del hogar, a las mujeres. Pero esto no es una ley inquebrantable: a ningún musulmán se le arruga el turbante por lavar los platos o cambiar pañales!
- ¿Es cierto que la religión islámicas prohíbe a las musulmanas trabajar, estudiar, conducir coches, o descubrirse el rostro?
¡Falso! En los siglos del oro del Imperio Islámico, en la prestigiosa "Casa de la Sabiduría" de Bagdad, a las mujeres se les delegaba una importante tarea, que en otras sociedades sólo habrían quedado en manos de los hombres del clero: copiar a mano y traducir el Sagrado Corán y los más importantes textos religiosos y científicos de la época. La mujer es libre de estudiar y trabajar, siempre y cuando no desatienda la crianza de sus hijos. La juventud es la etapa más adecuada para el estudio en ambos sexos. No es sano ni honrado que el varón abandone a su mujer y a sus hijos a su suerte sin proveerles el sustento, ni que la mujer, teniendo el sustento de su marido, delegue en una niñera la crianza de sus hijos para estudiar o trabajar. En algunos países musulmanes hoy en día, a las mujeres se les prohíbe hacer algunas de estas cosas por disposición de los gobiernos, pero esto es contrario a las leyes de la religión musulmana. Rogamos a Dios que haga recapacitar a nuestros hermanos...
- ¿Es cierto que el Corán exige a los musulmanes un código de vestimenta, según el cuál sólo pueden usar ropas sueltas y que les cubran abundantemente el cuerpo, y que exige a las mujeres cubrir su cabeza con un velo?
Si, así es. Los musulmanes amamos la decencia y somos gente muy pudorosa, ¿está mal que así sea? ¿Podrán perdonarnos ser como somos? Tenemos derecho. Para una musulmana, vestirse en la calle como lo haría para un night club, es algo impensable.
- ¿Es cierto que en la religión musulmana, los hombres le imponen la religión a las mujeres?
¡Absolutamente falso! Es un simplismo atribuir sólo a los varones o sólo a las mujeres las costumbres de una sociedad. Hombres y mujeres estarán juntos por siempre jamás, y tendrán, quiéranlo o no, igual responsabilidad en la conformación de sus sociedades. Las musulmanas son celosas defensoras del Islam y de sus costumbres, y a veces más que los hombres. Si alguien se acerca a una musulmana para tratar de convencerla de que abandone sus costumbres, creyendo que de esta manera la está "liberando" o le está haciendo un bien, no tardará en corroborarlo y descubrir su error.
- ¿Es cierto que los árabes en general son machistas?
Si, ¿para qué negarlo? Pero no más que los argentinos!!! Ni que los mexicanos, y los peruanos, y los cubanos, y los norteamericanos, y los hindúes, etc, etc, etc!!
- ¿Es cierto que a lo largo de la historia los judíos y los musulmanes se odian?
¡Absolutamente falso! A lo largo de toda la historia del Islam, con pocos pueblos los musulmanes hemos tenido tanta confianza y amistad como con los judíos y los cristianos. Examine estos hechos históricos: El famoso médico, filósofo y exégeta del Pentateuco Maimónides, unánimemente respetado y estudiado en el mundo judío, fue amigo personal y Médico Oficial de la Corte del Sultán Sirio Saladino, que reconquistó Jerusalén de manos de los cruzados. El historiador Rolf Reichert, en su "Historia de Palestina" (Editorial Herder, Barcelona, 1973, pag. 13-14) reseña lo siguiente:
"Desde tiempos inmemoriales existía en Jerusalén una costumbre emocionante: los niños judíos y musulmanes nacidos en el mismo barrio y en la misma semana eran tratados por sus familias como hermanos de leche: el niño judío era amamantado por la madre musulmana y el niño musulmán por la madre judía. Esta costumbre establecía relaciones íntimas y duraderas entre las dos familias y las dos poblaciones..."
A lo cual sigue diciendo: "Con esta referencia quiero refutar desde el comienzo el mito de la enemistad tradicional entre judíos y árabes. La historia no había conocido conflictos serios entre ellos hasta la funesta intervención europea en Oriente Medio durante el siglo XIX. Muy al contrario, estas dos ramas de la raza semítica habían vivido durante muchos siglos pacíficamente en Tierra Santa. El antisemitismo es una invención de occidente. Tiene sus raíces en el mundo greco-romano, y las primeras persecuciones de judíos tuvieron lugar en la Alejandría helenística. Se intensificaron durante el oscurantismo medieval, cuando el pueblo judío fue difamado, atribuyéndole el asesinato de Jesús. Cuando los cruzados conquistaron Jerusalén el año 1099, pasaron a cuchillo no sólo a los habitantes musulmanes, sino también a los judíos y a los cristianos de distintas iglesias orientales dentro de la mismísima Iglesia del Santo Sepulcro, en una de las matanzas más horrorosas de la historia. Durante los siglos que siguieron, los países islámicos fueron refugio para sus hermanos judíos perseguidos en Europa. Las víctimas de la inquisición española (los llamados sefardim o sefardíes), huyeron a los países árabes de África del norte y hasta Egipto y el Oriente Medio, donde fueron recibidos fraternalmente.
De la misma manera este mundo árabe fue en el siglo XIX refugio para los judíos que escaparon de las persecuciones en la Europa central y oriental, de aquellas horribles matanzas de Polonia y Rusia. Con toda razón la Enciclopedia Hebraica, en su edición española de 1936, podía decir: "Durante varios siglos los países islámicos fueron la verdadera salvación para los judíos europeos".
Todavía entre las dos guerras mundiales, en Marruecos y en Túnez hasta después de 1945, hubo judíos que figuraron como ministros en los gobiernos árabes. Durante la segunda guerra mundial, el rey de Túnez y el rey de Marruecos emplearon todos sus esfuerzos para proteger a sus súbitos judíos contra las leyes racistas del régimen del mariscal francés Pétain. Y el autor judío Eric Rouleau, escribió en el prólogo del libro del autor sirio Sami al-Yundi, Juifs et Arabes, que "como judío que pasó su infancia y su juventud entre los árabes, pude atestiguar que el anti-semitismo es completamente ajeno a las tradiciones y a la mentalidad de los pueblos de Oriente Medio".
Los árabes jamás han sido un pueblo etnocentrista ni xenófobo. El Profeta Muhámmed (la paz sea con él) dejó un testamento en el que ordena a los musulmanes respetar e incluso proteger a judíos y cristianos, a quienes llamaba igual que como lo hacemos nosotros hoy en día: "Gentes de las Escrituras".
- Entonces... ¿por qué se dicen esas cosas de los musulmanes y las vemos en televisión?
Desde hace siglos hay una incomprensión muy grande entre las naciones de Occidente y las de Oriente, por la diferencia de idioma y de costumbres. Aunque algunos hechos del pasado mal cicatrizados y los modernos delitos contra el derecho internacional, detrás de los cuáles hay intereses económicos de grandes multinacionales, deben tener alguna responsabilidad en esto. Pero los ciudadanos de a pié no somos culpables de esas injusticias, ni tenemos motivo alguno para negarnos la amistad con otros pueblos. Todo eso ha provocado cantidad de prejuicios y temores en la mente de la gente, que con el tiempo derivan en odio, racismo, y xenofobia. Ahora ya nos estamos conociendo y nos estamos vacunando contra esos males.
El Profeta Muhámmad (La paz sea con él) dijo: "La reunión de gentes, es la misericordia de Dios"
"... Y hemos creado a los distintos pueblos del mundo, para que compartan y se conozcan entre sí..."
Sagrado Corán.
by webislam
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