Cada vez que viajo por el planeta descubro una verdad más próxima a determinadas partes históricas de algunos de los libros más antiguos del mundo, incluyendo la Biblia. Con todo, la misma está plagada de equivocaciones, dobles sentidos, contradicciones, fraudes, tergiversaciones, personajes falsos, promesas incumplidas, verdades a medias, mentiras completas y una larga lista de sinsentidos.
Escrito por Carlos Mesa
Sin embargo, no es del todo cierto. Los llamados Evangelios Canónicos se aproximan a una realidad histórica, donde sólo se han ocultado partes de una historia más compleja, que el que quiera puede revisar en los Evangelios Apócrifos. No obstante lo que los cristianos denominan Viejo Testamento son una serie de documentos históricos tan tergiversados que, ni de lejos, se aproximan a mucho de lo que ocurrió realmente. Y eso que actualmente tenemos decenas de fuentes históricas, contrastables, provenientes de otras culturas. Pero claro, esas otras fuentes no provienen de la “palabra” de Dios.
Para empezar tenemos a un Dios que aterriza en la Tierra y se presenta ante Moisés, en el monte Sinaí, en medio de una zarza ardiendo que no se consume (habría que ver qué interpretó Moisés como una zarza ardiendo; ya que hasta los ángeles también se presentan en forma de zarza ardiendo, como se lee en Hechos 7,30: Pasados cuarenta años, un ángel se le apareció en el desierto del Monte Sinaí, en la llama de fuego de una zarza) que, por extraño designio, se había educado en la corte del faraón (de donde descendieron los dioses de Orión, los antiguos dioses egipcios): Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob. Cubrióse Moisés el rostro porque no se atrevió a mirar hacia Dios. He visto la aflicción de mi pueblo, he escuchado el clamor ante sus opresores y conozco sus sufrimientos. He bajado para librarlo de la mano de los egipcios y para subirlo de esta tierra a una tierra buena y espaciosa. (Ex 3,6-8). Y le envió a transmitir la buena noticia a sus hermanos y a comunicarles que debían exigir su libertad al faraón. Entonces Moisés planteó a Dios esta pregunta: Si voy a los israelitas y les digo “El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros”, y ellos me preguntan: “¿Cuál es su nombre?”, ¿qué les responderé?. Dios le dijo: Yo soy el que soy (Yahvé) (Ex 3,13-14). En esta escena culminante, ese “Dios” le revela un nombre cualquiera, YHVH, “Yo soy el que soy”, como podría haber dicho “qué más da el nombre”, “soy el existente“.
La palabra Yahvé está formada por las consonantes del Tetragrámaton YHVH o YHWH (Yod Hey Vav Hey), con las vocales incorporadas en el texto masorético de una palabra distinta, Adonai (Señor) o HaShem (Omnipotente). Cuáles fueran las vocales originales, es una cuestión de especulación, porque debido a una interpretación de textos tales como Éxodo 20,7 y Levítico 24,11, el nombre llegó a ser considerado demasiado sagrado como para que fuera posible expresarlo. Porque este mismo Dios Yahvé así dijo: Muera irremediablemente el que blasfeme el nombre del Señor, acabará con él a pedradas todo el pueblo, ora sea ciudadano o bien extranjero, quien blasfeme el nombre de su Señor, muera sin remedio (Lev. 24,16). Los escribas, al encontrárselo escrito, lo pronunciaron como Adonai y vocalizaron las consonantes YHVH con las vocales correspondientes a dicha palabra Adonai. Los traductores del hebreo, ignorando lo que habían hecho los escribas, leyeron la palabra y la transcribieron tal y como aparecía escrita, y tomaron los signos de las vocales como elementos intrínsecos del nombre de Dios en lugar de lo que era un mero recordatorio para que no se pronunciara. El resultado de este malentendido ha sido el término Jehová o Yahvé. Las pruebas que nos han llegado de los padres griegos de la Iglesia demuestran que las formas Yavé y Yaó son tradicionales, así como las formas abreviadas del hebreo de las palabras Yah (Sal. 68, 4, por ejemplo) y Yahú (o Jahú), en nombres propios. Indica que en origen el nombre se pronunciaba Yawé o Yahvé. En su sentido etimológico, es la tercera persona del singular, imperfecto, del verbo havá (o hayá), que significa “ser”. Los antiguos intérpretes explican el verbo de forma abstracta y metafísica: el “Yo soy el que soy” o el “Yo soy el que es”, es decir, lo que existe de una forma absoluta, en lugar de tomarlo literalmente.
Para complicar más las cosas, los sumerios afirmaban que sus dioses llegaron del planeta Nibiru. Este es el listado de los primeros pobladores descendientes del cielo, en Sumer: Anu, Nammu, Inanna, Enki, Enlill, Utu y Nanna. Al parecer hubo uno, Enlil, que estuvo ayudando a un pueblo mesopotámico. Nibiru era el Planeta de los Anunnaki, que se apoderaron de la Tierra hace como 450000 años. De allí descendieron los “dioses” sumerios. Estos mismos Anunaki son mencionados en la Biblia como los “nefilim”.
Pero antes de pasar a comentar sobre los “nefilim” veamos un extraño paralelismo de las religiones sumeria y hebrea.
Enlil era uno de los Dioses que conformaba la Trinidad suprema del panteón, conjuntamente con Enki y Anu. Ellos son sólo superados por An y Ki, los Dioses creadores. Según su mitología, el mundo nace cuando el cielo (An) se separa de la tierra (Ki) dando lugar al origen y con ello, a la trinidad mencionada.
Según la tradición, Enlil era un Dios completamente irascible y se trata casi siempre en forma negativa, como por ejemplo en la descripción del Diluvio Mesopotámico, donde la inundación la provoca este Dios abriendo las puertas del cielo para así eliminar a los molestos humanos de la Tierra.
El culto a Enlil se desarrolló principalmente en la ciudad de Nippur, más precisamente en su templo llamado é.kur cuya traducción es “casa en la montaña“. En este lugar y siguiendo la tradición se supone que estaba “el ojo que explora la Tierra“, es decir el artefacto que controlaba absolutamente todo.
Esto también se le atribuye debido a que al momento de su nacimiento, le fueron otorgadas las “tablillas del destino“, siendo en ellas donde se encontraría marcado el destino de todo lo existente en la Tierra.
El poema épico Atrahasis es donde mejor podemos conocerle y narra el famoso Diluvio Universal, pero según la tradición mesopotámica. En ella veremos lo comentado anteriormente, cómo Enlil molesto con los humanos decide eliminarlos a todos, pero aparece un nuevo personaje en escena para evitarlo, su hermano Enki.
Enki le ordenará a Atrahasis la construcción de una enorme barca para así salvarse, y eso mismo sucede (Atrahasis es el Noé bíblico). A su vez, una vez pasada la tempestad, Enki le solicita a su madre la creación de nuevos humanos para poblar la Tierra.
Casualmente, Yahvé, ya comienza a manifestar su crueldad, en Génesis 6,17:Y he aquí que voy a inundar la Tierra con un diluvio de aguas, para hacer morir toda carne en donde haya espíritu de vida debajo del cielo, todas cuantas cosas hay en la Tierra perecerán.
Por cierto que la Biblia dice que Abraham, el padre de los hebreos, había crecido en la ciudad sumeria de Ur, donde el pueblo judío comienza tradicionalmente en el año 2000 antes de Jesucristo, justo el año en que realmente termina Sumeria, de modo que en los albores del segundo milenio de nuestra era tienen lugar dos acontecimientos básicos para nuestra cultura: la creación del pueblo judío y el comienzo de la expansión póstuma de la cultura sumeria. Los sumerios, por tanto, habrían aparecido 2000 años antes (qué coincidencia) de que los judíos se formaran como pueblo semita.
Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra y les nacieron hijas, al ver los nefilim que las hijas de los hombres eran hermosas tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas.
Entonces dijo Yahvé: «No permanecerá para siempre mi espíritu en el hombre, porque ciertamente él es carne; pero vivirá ciento veinte años».
Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llevaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres y les engendraron hijos. Estos fueron los hombres valientes que desde la antigüedad alcanzaron renombre. Génesis, 6, 1-4
Aspecto de los Annunaki según una estatuilla sumeria
La Biblia menciona a estos diosecillos en más de una ocasión. Los antiguos semitas creían que el mundo estaba rodeado, penetrado y gobernado por Elohim, incontables seres activos, análogos a los espíritus de los salvajes. Referente a la hipótesis de la palabra Elohim como el plural “dioses”, según los partidarios de la hipótesis del plural mayestático, sería difícil de mantener en un texto como el del Pentateuco, que representaría una apología contra el politeísmo. La palabra Elohim es un título, no un nombre personal. En los textos hebreos, cuando se refiere al Dios de Israel es acompañado por el artículo definido siempre en número singular y no en plural, como correspondería a la concordancia gramatical. “Ha Elohim” se traduce literalmente como “el Dioses”. También cuando se asigna un atributo a Elohim está en número singular, por ejemplo en el Salmo 7: 10 (7: 9 en otras traducciones) “Elohim tsaddiq” (Literalmente: “Dioses justo”. Se traduce en la Biblia como: “Dios como justo”, cuando se puede apreciar que es erróneo). En las treinta y cinco veces que aparece en el relato de la creación el verbo que describe lo que dijo o hizo está cada vez en singular cuando debería traducirse como plural. Sólo así se entiende un párrafo como el siguiente:
En el principio Elohim (los dioses) creó (crearon) el cielo y la tierra. (Genesis 1:1)
Ahora que ya vemos de dónde puede proceder Yahvé, veamos cómo se comporta. “Por sus acciones los conoceréis”. Por tanto, veamos cuál es el comportamiento del “supuesto” Dios padre todopoderoso, que tan lejos queda del Dios padre universal, el que nos ama a todos, cuyo mensaje vino a predicar Jesús de Nazaret, aquel que se dio cuenta del grave error que habían cometido los suyos. “Dios es amor” reza en Juan 4,8.
Lejos de este Dios, Yahvé, el dios hebreo, es que el mostrará una personalidad psicótica cuando en Jeremías 15:1 se lee lo siguiente:. Así dice Dios Padre (Yahvé): El que a muerte, a muerte, el que a espada, a espada, el que a hambre, a hambre y el que a cautiverio, a cautiverio. Y enviaré sobre ellos cuatro géneros de castigos, dice Dios Nuestro Señor (Yahvé): Espada ¡para matar!. Perros ¡para despedazar!. Aves del cielo ¡para devorar!. Y bestias de la tierra ¡para destruir!
Y los judíos encantados con su Dios. Léase el Salmo 94: ¡Padre Eterno (Yahvé), Dios de las Venganzas, ¡¡Dios de las Venganzas!!, muéstrate!. Levántate, oh juez de la tierra y da su merecido a los soberbios.
Si seguimos con los salmos, el 21:8-10 no tiene desperdicio: ¡Oh Padre Eterno (Yahvé), tu mano alcanzará a todos tus enemigos!. Tu diestra alcanzará a los que te aborrecen. Y los pondrás como horno de fuego en el día de tu ira. Dios Nuestro Señor (Yahvé) los deshará en su ira y el fuego los consumirá. Y su fruto harás desaparecer de la tierra. Y su descendencia de entre los hijos de los hombres.
Este Dios se deleita con los enemigos. Presuntuoso, vanidoso, vengativo y criminal, sigue en sus trece, en Jeremías 7:20:
Por tanto, así ha dicho el Señor de todo el Universo (Yahvé): ¡He aquí que mi furor y mi ira se derramarán sobre los hombres, sobre los animales, sobre los árboles del campo y sobre los frutos de la tierra!. ¡Se encenderá mi ira y no se apagará jamás!.
Los judíos adoraban a este chiflado destructor de todo. En Nahum 1:2 6 y 9, se lee lo siguiente: El Padre Eterno (Yahvé), es Dios celoso y vengador. ¡Dios Nuestro Señor (Yahvé) es vengador y está lleno de indignación!, se venga de sus adversarios y guarda enojo para sus enemigos. ¡Su ira se derrama como el fuego!. Dios Padre (Yahvé) hará exterminio y no tomará venganza dos veces de sus enemigos!
El pobre Jesús que, de pequeño, había asistido a los horribles actos de la Pascua Judía, donde los hebreos, al acudir al Templo de Salomón, compraban aves o corderos que luego eran degollados en el altar, derramando su sangre por tan suelo sagrado, intentó cambiar las conductas de los suyos, ofreciendo una visión diferente del verdadero Dios. En Mateo 5:44 se lee: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen, para que así lleguéis a ser hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace llover y salir el Sol sobre los malos y sobre los buenos y sobre los justos y sobre los injustos. ¡Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los Cielos es perfecto.
Jesús de Nazaret traía consigo un mensaje de amor y fraternidad que nadie supo comprender. Y que ni la misma Iglesia en la que derivaría su evangelio, supo interpretar. ¡Qué lejos queda su Dios universal del dios sanguinario adorado por los judíos. Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él. (Juan 4,16). ¿Estamos hablando del mismo Dios? No parece probable.
A todo ello, el Dios megalómano y genocida, Yahvé, Jehová, o como se quiera llamar, continúa a lo suyo. Todo lo que narro está en la Biblia, y no quito ni pongo una coma de más. Por ejemplo, más de crueldad y violencia observada en Deuteronomio 20,10:
Luego que Dios Padre (Yahvé) te entregue aquellas ciudades que no quieran ser tus vasallas, ¡matarás a todo varón suyo a filo de espada!. Pero de las ciudades que el Padre Nuestro te dará por heredad, ¡ninguna persona, hombres, mujeres y niños dejarás con vida!, sino que las destruirás por completo.
"La Madonna" de Saint Giovannino (1449-1494)
"La Madonna" de Saint Giovannino (1449-1494)
Mas también hay para las mujeres esclavas, un poco más abajo en Deutoronomio 21,10 se lee: Si saliendo a pelear contra tus enemigos, el Señor Dios los entregara en tus manos, y los cautivaras, y vieras entre ellos una mujer hermosa, y desearas tenerla por mujer, has de introducirla en tu casa y se raerá el cabello y cortará las uñas, y se desnudará del vestido con que fue hecha prisionera y quedándose de asiento en tu casa… Si andado el tiempo te desagradara, la despacharás libre; no podrás venderla por dinero ya que la desvirgaste.
Ahora veamos la ira de Dios Padre contra las naciones, tal y como se llama el capítulo 34 de Isaías y, desde sus versículos leemos, asombrados nuevamente, de la ignominia divina.
¡Acercaos, naciones, juntaos para oír!; y vosotros, pueblo, escuchad. Oiga la tierra y cuanto hay en ella, el mundo y todo lo que produce. Porque Dios vuestro Señor está airado contra todas las naciones, e indignado contra todo el ejército de ellas; ¡las destruirá y las entregará al matadero!. Y los muertos de ellas serán arrojados, y de sus cadáveres se levantará hedor. ¡Y los montes se disolverán por la sangre de ellos. En los cielos se embriagará mi espada!. ¡Llena está de sangre la espada de Dios vuestro Señor!. Porque vuestro Padre Eterno tiene día de venganza y sus arroyos se convertirán en brea y su polvo en azufre.
En Samuel 15,1 vuelve a aparecer su personalidad psicópata:
Así ha dicho Dios Padre: He decidido castigar lo que hizo Amalec a Israel, cortándole el camino cuando subía de Egipto. Ve, pues, Saúl, y hiere a Amalec, y destruye todo lo que tiene. ¡Y no te apiades de él, mata a hombres, mujeres, niños y aún los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos!. Y Saúl derrotó a los amalecitas y tomó vivo a Agag, el rey de Amalec, pero mató a todo el pueblo a filo de espada. Y Saúl y el pueblo, perdonaron a Agag. Más Samuel pidió le trajesen a Agag y lo cortó con espada en pedazos delante de Dios Padre, para que la orden del Padre Nuestro fuese obedecida.
En Éxodo 32,26-28, el Padre ordena a Moisés que cada uno debe matar a su propio hermano, a su amigo y a su pariente. Siendo muy bien cumplida la ordenanza, y ejecutada por los hijos de Leví, los sacerdotes de la época, en un mismo día fueron vilmente asesinados, por el capricho del dios bíblico. Hablamos de más de veintrés mil seres humanos. Esto Dice el Señor Dios de Israel: Ponga cada cual la espada a su lado; pasad y traspasad por medio del campamento desde una puerta a otra puerta, y cada uno mate aunque sea al hermano, y al amigo y al vecino.
En el libro 2 de Crónicas 28,6 (los Paralipómenos católicos) simplemente porque se había dejado de adorar al Padre Eterno hubo una matanza espantosa y terrible en la que, sólo en el lapso de un día, fueron cobardemente asesinados 120 mil hombres valientes. Pues Facee, hijo de Romelía, mató en un solo día ciento veinte mil hombres de Judá, todos ellos bravos soldados, porque habían abandonado al Señor Dios de sus padres.
En Levítico 1,2-9 y 3,6-17 encontramos a un Dios al que le gusta la sangre de los sacrificios. Ofrenda encendida de olor grato a Yahvé. Vianda es de ofrenda que se quema en olor grato, pues toda la gordura de los animales es de Yahvé. Eso sí, pide explícitamente, que ya que están con ello, que se lo sazonen. Todo lo que ofreceréis en sacrificio, lo has de sazonar con sal… En todas tus ofrendas pondrás sal. (Lev. 2,13)
Dejo para quien quiera verlo lo que se puede encontrar en Levítico 7,12-33, donde se puede disfrutar del fino gusto gastronómico del dios que nos han impuesto; además de que conoceremos de su buen comer y de declararse enemigo del vegetarianismo. A este Dios le entusiasma la espaldilla de cordero (así se describe, no invento nada). Y si alguno se atreve a apropiarse de las carnes que le ofrecen a él “será exterminado de la congregación de su pueblo“. Ah, y que no se olvidaran de los panes, llamados “panes de la proposición” cada semana, ni de ponerle perfumes o encenderle velas, todas las semanas, cuando descendieran Yahvé y los suyos al Templo de Salomón.
Aspecto del dios sumerio Marduk (restos arqueológicos)
Aspecto del dios sumerio Marduk (restos arqueológicos)
En el colmo de las actitudes de la divinidad nos encontramos con una descripción muy singular que se hace del Padre Eterno desde 1 de Reyes 8,5-11 y 63. Se nos narra que para la inauguración del Templo dedicado a Yahvé se lograron batir todos los excesos anteriores, en lo que a masacres y sacrificios se refiere, puesto que fueron 22 mil bueyes y 120 mil ovejas los animales ofrecidos al carnívoro dios. Y sacrificó Salomón por sacrificios pacíficos, los cuales ofreció a Yahvé veinte y dos mil bueyes, y ciento veinte mil ovejas. Así dedicaron el rey y todos los hijos de Israel la casa de Yahvé.
Catorce días, con sus respectivas noches, duró esa sanguinolenta ofrenda y sacrificio en honor de Yahvé. Más de 10 mil animales por día fueron sacrificados para la gloria de Dios Nuestro Señor.
Dice el relato que estamos comentando, tomado directamente de la Palabra de Dios, que: Agradó tanto a Yahvé el sacrificio de paz que se le ofrecía, que se posesionó del Templo, él y sus ángeles.
Ahora vemos que Dios baja de donde estuviese y se mete un festín, junto a sus consabidos “ángeles”.
Más en Ezequiel 5,11 (del que luego hablaremos): Por tanto, dice Dios vuestro Señor: ¡Yo te quebrantaré, mi ojo no perdonará y tampoco tendré compasión!. Así se desfogará mi furor y saciaré mi enojo y tomaré satisfacción y sabrán que yo, Dios Vuestro Señor, he hablado.
Como leerse la Biblia puede ser tedioso y largo, vamos a ir resumiendo. Lo que viene a continuación es un resumen de las atrocidades que se pueden leer en las páginas del Viejo Testamento.
Estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron a un hombre que recogía leña en día de reposo. Y los que le hallaron recogiendo leña, lo trajeron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación; y lo pusieron en la cárcel, porque no estaba declarado qué se le había de hacer. Y Yahvé dijo a Moisés: Irremisiblemente muera aquel hombre; apedréelo toda la congregación fuera del campamento. Entonces lo sacó la congregación fuera del campamento, y lo apedrearon, y murió, como Yahvé mandó a Moisés. (Números 15,32-36). Y todo ello por cometer una falta tan grave como trabajar en el día del reposo.
De vez en cuando se muestra iracundo.
Yo endureceré el corazón de Faraón, y os perseguirá; pero yo manifestaré mi gloria a costa de Faraón y de todo su ejército, y sabrán los egipcios que yo soy Yahvé. Así lo hicieron. (Éxodo 14,4)
Porque Yahvé vuestro Dios es el Dios de los dioses y el Señor de los señores, el Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas ni admite soborno. (Deuteronomio 10,17)
Entonces se encendió la ira de Yahvé contra Moisés. (Éxodo 4,14)
Se encenderá mi ira y os mataré a espada. (Éxodo 22,23)
Déjame ahora que se encienda mi ira contra ellos. (Éxodo 32,10)
Yo me enfrentaré a vosotros con ira. (Levítico 26,28)
Se encendió su ira y ardió un fuego de Yahvé. (Números 11,1)
… porque yo Yahvé, tu Dios, soy un Dios celoso… (Éxodo 20,5)
Cómo no, se lo pasa en grande con sus trastornos psiquiátricos. Enumeraré algunos casos:
* Asesinar menores de edad [sin discernimiento] en el diluvio (Génesis 6)
* Ordenar el sacrificio de miles de animales inocentes (Levítico 1-7)
* Maltratos físico y psicológico contra Job por una apuesta con Satanás (Job 1-42)
* Transformar en estatua de sal a una mujer por mirar hacia atrás (Génesis 19:26)
* Asesinar a los primogénitos Egipcios (Éxodo 12:29)
* Dejar ciegos a los caballos (Zacarías 12:4)
* Orden de masacrar, viejos, mujeres, niños, y bebes (Ezequiel 9,4-6)
* Yahvé se burla y quema al profeta Jonás (Jonás 3 y 4)
* A Yahvé le parece bien que los violadore se casen con las violadas: Si un hombre encuentra a una joven virgen no prometida, la agarra y se acuesta con ella, y son sorprendidos, el hombre que se acostó con ella dará al padre de la joven cincuenta monedas de plata; ella será su mujer, porque la ha violado, y no podrá repudiarla en toda su vida. (Deuteronomio 22,18-19)
* Al Dios de Israel le parece bien asesinar a las mujeres solteras que tienen el himen roto. (Deuteronomio 22,20-21)
* Mas por cuanto con este negocio hiciste blasfemar á los enemigos de Yahvé el hijo que te ha nacido morirá ciertamente. Yahvé castiga a los hijos por los pecados de los padres (Ezequiel 18,20), en 2ª Samuel 12,1-22 asesinó a un recién nacido, por los pecados del Rey David.
Hete aquí un compendio de las mayores atrocidades cometidas por Yahvé. Este es su top 66 (buen número, le viene que ni pintado):
1. Destrucción total de Sodoma y Gomorra: GÉNESIS 19;JUDAS 1:7
2. Causa directa de la transformación en Estatua de Sal de una mujer inocente (la esposa de Lot): GÉNESIS 19:26.
3. Asesinato de un hombre que se negaba a tener relaciones sexuales con su cuñada viuda, y para evitarlo se masturbaba: GÉNESIS 38:1-10.
4. Plagas, llamadas “Maravillas” por el propio Yahvé, hacia seres inocentes de Egipto, tales como ancianos, mujeres, animales y niños: ÉXODO 7:1-14, 9:14-16, 10:1-2, 11:7; JUDAS 1:5.
5. Aniquilación (“maravilla”) hacia todos los primogénitos en la tierra de Egipto, incluyendo niños: ÉXODO. 12:29; JUDAS 1:5.
6. Causa directa del extermino de un ejército egipcio, mediante su inmersión en las aguas del Mar Muerto: ÉXODO 14:21-28; JUDAS: 1:5.
7. Desastre por medio de granizo en campos egipcios: ÉXODO 9:22-25.
8. Plaga hacia seres humanos: NÚMEROS 11:33.
9. Lepra hacía una mujer (Miriam) por intrigar contra Moisés: NÚMEROS 12:1-10.
10. Abrir la Tierra, mediante Moisés, para tragarse a una población entera por rebeldía: NÚMEROS 16:27-33.
11. Genocidio de 250 hombres por incineración: NÚMEROS 16:35.
12. Genocidio de 14700 personas por medio de una plaga mortal: NÚMEROS 16:49.
13. Ataque mortal de serpientes de fuego hacia pobladores israelitas: NÚMEROS 21:6.
14. Genocidio de 24000 personas por medio de una plaga mortal: NÚMEROS 25:9 –11.
15. Apoyo logístico para masacrar a Sehón, sus hijos, y su pueblo y después saquearlos: DEUTERONOMIO 2: 32-35.
16. Apoyo logístico para masacrar a Og y a todo su pueblo DEUTERONOMIO 3:2-3.
17. Apoyo logístico para masacrar y saquear a 6 pueblos: DEUTERONOMIO 20:1 al 21:3.
18. Intimidación masiva hacía el pueblo Israelí: DEUTERONOMIO:28 (todo el capítulo).
19. Posesión del cuerpo de un hombre (Sansón) para despedazar a un león cachorro: JUECES 14:5-6.
20. Posesión del cuerpo de un hombre (Sansón) para masacrar a 30 hombres: JUECES 14:19 .
21. Aplicación de tumores en las ingles de los Filisteos (plaga): 1 SAMUEL 5:6-9.
22. Genocidio de 50070 hombres de Beth-Semes: 1SAMUEL 6:19.
23. Apoyo logístico a Josué para exterminar a los Amorrheos (5 pueblos) y sus reyes, además a los pueblos de Maceda, Libna, Lachis, Gezer, Eglón, Ebrón, Debir. Desde Cades-barnea hasta Gaza y de Gosén hasta Gabaón, todo esto incluyendo el clásico saqueo: JOSUÉ 10 (todo el capítulo).
24. Aplastamiento con grandes trozos de granizo de un número indefinido de hombres: JOSUÉ 10:10-11.
25. Asesinato de los “hombres más robustos” de Israel: SALMOS 78:21-31.
26. Castigo con sequía a Israel por 3 años consecutivos a causa de un acto de Saúl: 2 SAMUEL 21:1.
27. Asesinato de dos varones justos: 1 REYES:2:32.
28. Ordena a Jehú asesinar a sobrevivientes de Achâb, mediante Elías: 2 REYES 10:17.
29. Asesinato de Er, hijo de Judá: 1 CRÓNICAS 2:3.
30. Apoyo logístico a los Hijos de Rubén y de Gad para arrasar con cuatro pueblos: 1 CRÓNICAS 5:18-22.
31. Apoyo logístico a David para herir a los Filisteos y a su ganado: 1 SAMUEL 23:2-5
32. Mas apoyo logístico a David para herir a los Filisteos: 2 SAMUEL 5:23-25.
33. Asesinato de Uzza: 2 SAMUEL6:7.
34. Ordenar Daños a la casa de Achâb por venganza a Jezabel: 2 REYES:9:7.
35. Asesinato de Joachaz mediante una terrible y cruel enfermedad: 2 CRÓNICAS 21:17-19
36. Aplicación de lepra a Azarías: 2 CRÓNICAS 26:20.
37. Amenaza de destrucción al pueblo de Israel: ISAÍAS 10:20-27
38. Amenaza a Pashur de muerte, destrucción y saqueo a sus seres queridos y pueblo, por haber herido a Jeremías: JEREMÍAS 20:1-8.
39. Agresión contra dos falsos profetas: JEREMÍAS 29:21.
40. Derivado de la envidia, amenaza de destrucción, muerte y saqueo al pueblo de Jacob (Sión y Samaria): AMÓS 6.
41. Agresión, con ceguera y aturdimiento, a caballos de Judá y, con locura, a sus jinetes: ZACARÍAS 12:4.
42. Aplicación de plaga desconocida contra los pueblos contrincantes de Jerusalén: ZACARÍAS :14:12.
43. Intimidación por medio de amenaza de plaga hacia Egipcios: ZACARÍAS 14:18.
44. Genocidio de 70000 Israelitas por medio de una peste: 2 SAMUEL 24:15.
45. Aniquilación de 50 hombres con fuego del cielo: 2 REYES 1:10-12.
46. Aplicación de ceguera a los Sirios: 2 REYES: 6:18-19.
47. Genocidio de 185000 Sirios: 2 REYES 19:35.
48. Destrucción de las tiendas de Jacob y las fortalezas de la hija de Judá: LAMENTACIONES 2:2.
49. Destrucción masiva de Israel: LAMENTACIONES 2:5.
50. Destrucción masiva de los Cananeos: NÚMEROS: 21:3.
51. Destrucción de los Anaceos: DEUTERONOMIO: 2:2.
52. Asesinato de hombres que fueron en pos de Baal-peor: DEUTERONOMIO 4:3.
53. Aniquilación y aplicación de epidemia de hemorroides al pueblo de Assod: 1 SAMUEL 5:6
54. Asesinato con lepra de un rey: 2 REYES:15:5.
55. Envío de tropas de Caldeos, Sirios, Moabitas y Ammonitas a destruir Judá: 2 REYES 24:2.
56. Órdenes de destrucción a Jerusalén (y se llevan a cabo): 1 CRÓNICAS 21:15.
57. Aplicación de lepra a Uzzías (Rey) : 2 CRÓNICAS 26:20.
58. Asesinato de Ezechîas, por ingratitud: 2 CRÓNICAS 32:24-25.
59. Da órdenes de exhumar cadáveres: JEREMÍAS 8:1.
60. Destrucción de poblados del Valle del hijo de Hinnom: JEREMÍAS 19
61. Amenaza de destrucción de su pueblo a Zecheddías, rey de Judá: JEREMÍAS 21
62. Órdenes de destrucción y muerte a los pobladores de Merathaim: JEREMÍAS:50:21.
63. Aniquilación total del ejército de Sisara: JUECES 4:13-15.
64. Asesinato de Jabín y destrucción de Canaán: JUECES :22-24.
65. Amenaza de destrucción a Babilonia: JEREMÍAS 51:52-58.
66. Destrucción de Samaria: AMÓS 3: 9-15.
Estos textos con tanta violencia se repiten a lo largo y ancho de lo que los cristianos conocen como el Viejo Testamento. Podría estar horas citando pasajes de la Biblia con la misma retórica y maldad.
Intuimos la procedencia de este “dios”, que nada tenía que ver con el predicado y anunciado por Jesús de Nazaret, a través de los tablillas sumerias. Pero si a alguno le quedan dudas, a los mismos textos bíblicos cabe referirse. No digo más sobre lo que puede leerse en Ezequiel 1:5-22. Que cada cual extraiga sus conclusiones:
De su interior aparecía una forma de cuatro seres vivientes. El aspecto de ellos tenía la forma de hombre, pero cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas.
Sus piernas eran rectas, y sus pezuñas eran como pezuñas de becerro que centelleaban como bronce bruñido. Debajo de sus alas, a sus cuatro lados, tenían manos de hombre. Los cuatro tenían sus caras y sus alas. Sus alas se juntaban unas con otras. Y cuando se desplazaban, no se volvían, sino que cada uno se desplazaba de frente hacia adelante.
…
Cada uno se desplazaba de frente hacia adelante. Iban adondequiera que el Espíritu decidía ir, y no viraban cuando se desplazaban. En medio de los seres vivientes había algo como carbones de fuego encendido que se desplazaban como antorchas entre los seres vivientes. El fuego resplandecía, y del mismo salían relámpagos. Y los seres iban y volvían, como si fueran relámpagos.
Mientras yo miraba a los seres vivientes, he aquí que había una rueda en la tierra, junto y al frente de cada uno de los cuatro seres vivientes. La forma y el aspecto de las ruedas era como crisólito. Las cuatro ruedas tenían la misma forma y aspecto, y estaban hechas de manera que había una rueda dentro de otra rueda. Cuando se desplazaban, lo hacían en cualquiera de las cuatro direcciones, y no viraban cuando se desplazaban. Sus aros eran altos y aterradores, y los aros de las cuatro ruedas estaban llenos de ojos alrededor.
Cuando los seres vivientes se desplazaban, también se desplazaban las ruedas que estaban junto a ellos. Cuando los seres se elevaban de sobre la tierra, las ruedas también se elevaban. Iban adondequiera que el Espíritu fuese, y las ruedas también se elevaban junto con ellos, pues el Espíritu de cada ser viviente estaba también en las ruedas.
Cuando ellos se desplazaban, también ellas se desplazaban; cuando ellos se detenían, también ellas se detenían. Y cuando ellos se elevaban de la tierra, también las ruedas se elevaban junto con ellos, porque el Espíritu de cada ser viviente estaba también en las ruedas. Sobre las cabezas de los seres vivientes había una bóveda semejante a un cristal impresionante, extendido por encima de sus cabezas.
La Escalera de Jacob es una escalera mencionada en la Biblia (Génesis 28,11-19), por la que los ángeles ascendían y descendían del cielo. Fue vista por el patriarca Jacob durante un sueño, tras su huida por su enfrentamiento con su hermano Esaú.
Llegando a cierto lugar, se dispuso a hacer noche allí, porque ya se había puesto el sol. Tomó una de las piedras del lugar, se la puso por cabezal, y acostóse en aquel lugar. Y tuvo un sueño; soñó con una escalera apoyada en tierra, y cuya cima tocaba los cielos, y he aquí que los ángeles de Dios subían y bajaban por ella. Y vio que Yahveh estaba sobre ella, y que le dijo: «Yo soy Yahveh, el Dios de tu padre Abraham y el Dios de Isaac.
¿Una escalera en el cielo de la que ascendían y descendían seres hasta lo alto de una nube? Curioso.
Para terminar, léase Reyes 2,1-18:
Iban caminando y conversando cuando, de pronto, los separó un carro de fuego con caballos de fuego, y Elías subió al cielo en medio de un torbellino. Eliseo vio todo. Eliseo agarró su ropa y la rasgó en dos. Eliseo sabía que ya no iba a ver a su amigo.
Elías es abducido por un carro de fuego celestial que lo transporta a los cielos para siempre, donde jamás se le volvió a ver. ¿Quién pudo raptarlo? Exacto, Yahvé. Sobran los comentarios.
Evidentemente, hay libros que recogen diversas opiniones, críticas o simplemente añaden nuevos historias a esta historia ya conocida. Y esos libros, según la visión actual de la Iglesia, están prohibidos, aunque ellos consideran mejor hablan de “recensiones”. Si alguien no me cree, hete a continuación la lista de libros prohibidos por el Opus Dei. Libros nada recomendados entre sus feligreses. Los comentarios sobre el razonamiento de la prohibición o “recensión”, no tienen desperdicio.
¿Y todo por qué y para qué? Para que quienes adoren a este sanguinario Dios venido de no se sabe dónde, y muy distinto del predicado por Jesús de Nazaret a través de sus parábolas y metáforas, no piensen demasiado, no vaya a ser que tengan criterio propio y comiencen a razonar por sí mismos.
Diez señales para reconocer si perteneces al grupo de los fanáticos del Dios Yahvé
1. Niegas vivamente la existencia de miles de dioses adorados por otras religiones, pero te invade la ira cuando alguien niega la existencia del tuyo.
2. Te sientes insultado y “deshumanizado” cuando los científicos dicen que los humanos evolucionaron a partir de otras formas de vida, pero no tienes ningún problema con la afirmación de que fuimos creados con barro.
3. Te ríes de los politeístas, pero no te causa problemas creer que tres personas son un solo dios y no tres dioses. O dos seres y una metáfora, por ejemplo.
4. Te pones de todos los colores cuando oyes las “atrocidades” atribuidas a Alá, pero no vacilas cuando oyes como Yahvé es el mayor asesino de la historia, como has podido leer más arriba en este texto.
5. Te burlas de las creencias hindúes que deifican a los humanos, y de que los budistas crean en la reencarnación, pero no dudas en creer que el vengativo Yahvé era capaz de embarazar a vírgenes gracias a su “Espíritu Santo”.
6. Estás dispuesto a pasarte la vida buscando fallos en la edad de la Tierra estimada por la ciencia (unos miles de millones de años), pero no ves nada raro en creerte fechas registradas en la Biblia por tribus de la Edad del Bronce que se sentaban en sus tiendas y especulaban con una Tierra de unas pocas generaciones de antigüedad.
7. Crees que toda la población del planeta excepto aquellos con los que compartes creencias, sin contar a los de las sectas rivales, pasarán la eternidad en un infierno de sufrimiento infinito. Y todavía consideras tu religión la más tolerante y amable.
8. Mientras que las ciencias modernas, la Historia, la Geología, la Biología y la Física no han conseguido convencerte, en cambio un idiota rodando por el suelo y “hablando en lenguas” es toda la evidencia que necesitas para “probar” lo que dice la Biblia.
9. Defines el 0,01% como una “elevada tasa de éxito” cuando se trata de plegarias escuchadas. Lo consideras una prueba de que la oración funciona. Y crees que el 99,99% restante de “fallos” se deben simplemente a la voluntad divina.
10. Normalmente sabes mucho menos que muchos ateos y agnósticos sobre la Biblia, y la historia de la Iglesia, y aun así te llamas creyente.
Nota informativa: Para la realización de este artículo se ha tomado como única fuente varias traducciones de la Biblia, sin inventar ni agregar más texto del que cualquiera puede leer con una simple consulta a las referencias entre paréntesis de este artículo.
Escrito por Carlos Mesa
en el link hay unas pinturas interesantes
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