Este articulo lo vi hace tiempo en una pagina que se llamaba Yeshua es la verdad, pero administrador la cerro, porque se canso de descubrir muchas mentiras ja, creo que se volvió ateo ja
(Jânôk/Enoc 104:9-10): ”No sean impíos en sus corazones, no mientan ni alteren la palabra de la verdad, no acusen de mentirosa a la palabra del Qadôsh y del Grande, no tomen en cuenta a sus ídolos porque todas sus mentiras e impiedades no les serán imputadas como justicia sino como un gran pecado. Ahora sé este misterio: Los pecadores alterarán y desnaturalizarán en muchas formas la palabra de verdad, y proferirán palabras inicuas, mentirán e inventarán grandes falsedades, y escribirán libros sobre sus palabras.”
Las evidencias muestran que Cristo Jesús anunciado por el Cristianismo no es el Mâshîāj de Yiśrâ’ël, Yâhûshu`a, el Ungido de ‘Ĕlohîm. Esto no solo por el cambio del nombre, sino que existen mucho mas discrepancias.
Contenido:
1. Introducción.
2. Jesús desliga de seguir la Tôrâh, Yâhûshu`a nos fortalece y enseña a seguirla.
3. Yâhûshu`a el Mâshîāj, no es la segunda persona de la Santísima Trinidad.
4. Mâshîāj Yâhûshu`a nunca se hizo adorar como al Creador.
5. Yâhûshu`a el Mâshîāj nunca nos enseñó a orarle.
6. El Mâshîāj no es el Dios-hombre.
7. Mâshîāj Yâhûshu`a no es el hijo de la Reina del Cielo.
8. El uso de la cruz y la imagen del Cristo.
9. Mâshîāj Yâhûshu`a vino a rescatar a su pueblo, y a los injertados a Yiśrâ’ël desde las naciones.
10. El nombre del Mâshîāj verdadero no es Jesús, sino Yâhûshu`a.
11. El salvador de las naciones nació el 25 de diciembre (la Navidad), Yâhûshu`a no.
12. El día de Cristo Jesús es el día del Sol: El Domingo.
13. La participación con Cristo Jesús es concebida mediante una hostia.
14. Yâhûshu`a estuvo tres noches en el corazón de la tierra, Jesús dos.
15. Conclusiones.
1. Introducción
Saliendo de Babel, comenzamos a analizar desde una perspectiva de las escrituras al Cristo Católico Romano y Protestante, y empezamos a detectar muchas discrepancias en relación a Mâshîāj Yâhûshu`a. Vamos dándonos cuenta que Jesús no es el mismo que Yâhûshu`a, y esto no solo porque el nombre ha sido cambiado. Se presenta al Mâshîāj que nos declara la escritura como el “Cristo Dios” profesado por católicos, evangélicos, adventistas y muchas denominaciones más; pero si vamos aun mas allá del nombre vemos que no es el mismo.
Con esto no digo que intencionalmente las personas deformen las doctrinas. Uno puede creer sinceramente en algo, pero lo que salva es creer sinceramente en la verdad, no en algo que no lo es:
(II Tes. 2:13): “‘Ĕlohîm los ha escogido desde el principio para rescate, mediante la purificación por la rûaj y la fe en la verdad.”
(Tehilâh/Sal. 119:142): "Tu justicia [es] justicia eterna, y verdad tu Tôrâh."
Se nos atestigua que la Tôrâh es verdad de ‘Ĕlohîm. Yâhûshu`a es la verdad, y la salvación es por ejercer fe en su nombre, lo cual implica que hay armonía entre la verdad anunciada por el llamado por el Cristianismo Antiguo Testamento, y entre Yâhûshu`a y sus palabras y hechos.
También está escrito:
(II Corintios 11:4): “Si viene alguien a ustedes anunciando a otro Yâhûshu`a que aquel que les hemos predicado, o si reciben un espíritu, o una buena nueva diferente a las que ya recibieron: ¡Bien que lo toleran!”
Los cual nos muestra que se puede recibir una buena nueva diferente a la verdadera, recibir un espíritu diferente y a un mesías diferente; e inclusive es bien tolerado por los que lo reciben, pero esto no significa que sea el verdadero.
2. Jesús desliga de seguir la Tôrâh, Yâhûshu`a nos fortalece y enseña a seguirla.
El primer atributo a examinar de un mesías, si es verdadero, es su actitud ante la Tôrâh, dada por el Creador a su pueblo.
Dice el Mâshîāj verdadero:
(Mattityâhû/Mt. 5:17-19): “No piensen que he venido a abolir la Tôrâh o los Profetas; no he venido a destruir sino a cumplir. Porque: ‘âmên les digo, que hasta que pasen el cielo y la tierra, yod alguna ni tilde pasará de la Tôrâh, hasta que todo se haga. Quién por tanto quebrante uno de estos mandamientos de los más pequeños, y así enseñe a los hombres, el más pequeño será llamado en el Reino de los Cielos; pero el que los haga y los enseñe, ése será llamado grande en el Reino de los Cielos.”
Yâhûshu`a enseña con toda claridad que él no ha venido para destruir/abrogar la Tôrâh o los Profetas, sino que ha venido para cumplir con lo que se dice en dicha debâr (palabra) de verdad; y además nos explica que hemos de obedecer los mandamientos, por más pequeño que este sea.
Según la teología cristiana, por ser el fin de la Ley el Cristo, resulta que el hombre está libre de obedecer la Ley, pues estando bajo la gracia de Cristo ya no se está bajo la Ley, sino que se ha muerto a la misma. Esta teología se basa en una interpretación incorrecta de las cartas de Shâ’ûl (conocido como apóstol [San] Pablo) y del concilio de Yerûshâlāyim (Ma’asêh/Hch. 15). El problema que se presentaba es que algunos de la secta de los fariseos enseñaban que a parte de la fe, se les pedía las obras de la Tôrâh para ser salvos. Esto no es así ya que si ‘Ĕlohîm los había justificado en Yâhûshu`a y los había adoptado como hijos ¿Para qué imponer justicia por obras cuando ni a los mismos yahûdîm se les había pedido? Pero no es lo mismo tratar de justificarse por la Tôrâh, a el considerar la misma como la instrucción que ‘Ĕlohîm da para su pueblo, para vivir conforme a sus mandamientos, los cuales en unión al Mâshîāj supone inclusive que son parte de la nueva naturaleza espiritual del creyente, es decir, no solo se sujeta a la Tôrâh, sino que esta pasa a estar escrita en la mente y el corazón, de modo de poner los mandamientos por obra:
(Yejezq’ël/Ez. 36:26-27): "Les daré un corazón nuevo, y pondré nuevo rûaj dentro de ustedes, y quitaré de su carne el corazón de piedra, y les daré un corazón de carne. Entonces pondré dentro de ustedes mi rûaj, y haré que anden en mis ordenanzas, y guarden mis preceptos, y [los] hagan."
La escritura también nos dice que el pecado es transgresión de la Tôrâh. Por tanto si no hemos de pecar, se entiende que hemos de cumplir con la Tôrâh. El Cristo cristiano invita a no obedecer la Tôrâh bajo el pretexto de que no está el creyente bajo la Ley, y esto se relaciona con las demás prescripciones cristianas que hacen precisamente del Cristo Cristiano un mesías diferente al de Yiśrâ’ël. No estar bajo la Ley significa que hemos muerto a la carne, por tanto estando en la resurrección de Yâhûshu`a en nueva vida, el pecado (cuyo poder lo da la Tôrâh) no tiene poder sobre el que está unido al Mâshîāj; pero de allí a decir que no hay que obedecerla, es una contradicción con la escritura.
Ver también: ¿Qué significa “no estar bajo” y “estar libres de” la Tôrâh?
3. Yâhûshu`a el Mâshîāj, no es la segunda persona de la Santísima Trinidad.
Esta enseñanza tiene variantes, pero la idea central es la misma, y es que el Cristo es Dios mismo. A esto se le llama: Creer en la Divinidad del Cristo. Según esta postura, quien no confiesa que el Cristo es Dios mismo, falta a la verdad y es hereje; inclusive no son considerados cristianos.
Aclaración sobre los términos:
Dios: Palabra griega usada como genitivo de Zeus (ver Ma’asêh/Hch. 14:13 en griego). Se usa para referirse al término hebreo ‘Ĕlohîm, y se dice que dicho Dios son tres personas en uno; por eso también se llama la triunidad de Dios.
Divinidad: Palabra que significa relativo a Theos; en griego es theios.
Al ver tan solo estos conceptos, vemos que algo no funciona con esta doctrina, ya partiendo desde la terminología.
La Tôrâh dice que ‘Elohiym es uno, y es el Padre de nuestro Adôn Yâhûshu`a, tal cual él mismo (no cambió eso pues vino a terminar no ha abolir ):
(Yesha'yâhû/Is. 44:8): "No tengan miedo ni se amedrenten ¿No se los he declarado desde la antigüedad? Ustedes son mis testigos: No hay 'Ĕlôahh aparte de mí; no hay Roca; no la conozco."
(Yôjânân/Jn. 17:3): “Y esta es la vida eterna: Que te conozcan a ti, el único ‘Ĕlohîm verdadero, y a Yâhûshu`a el Mâshîāj, a quien enviaste.”
(I Corintios 8:6): “No obstante para nosotros, hay un ‘Ĕlohîm: El Padre, de quien proceden todas las cosas, y para quien somos; y un Adôn: Yâhûshu`a el Mâshîāj, mediante el cual son todas esas cosas, así también nosotros por él.”
Los profetas, Yâhûshu`a y los emisarios nos dicen que solo hay un Poderoso, y que fuera de él no hay otro. El Cristianismo enseña que no declarar que el Cristo es Dios mismo (considerando sus términos) es faltar a la verdad; pero ya vimos que la verdad que ellos profesan está separada de la Tôrâh ya desde el comienzo de la doctrina, enseñando que “no estamos bajo la Tôrâh” por tanto no hay que seguirla, y esto, como se puede ver, se refleja ya en la base del credo, el cual es definir a quién se da culto.
La Religión Cristiana afirma que la deidad que adoran son tres personas (Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo), iguales, sin principio ni fin y que son enteramente Dios, aunque distintos entre si por las relaciones que hay de unas con las otras.
Este postulado filosófico (recordemos que las Escrituras no deben ser interpretadas filosóficamente ), fue tomando forma después de los hombres de ‘Ĕlohîm que nos dejaron las escrituras inspiradas por su rûaj; y no es inspirada por ‘Ĕlohîm, a pesar que se dice que se da a entender.
Cuando el intérprete le pregunta al Mâshîāj cual es el gran mandamiento de la Tôrâh, él responde:
“Amarás a Yāhwêh tu ‘Ĕlohîm con todo tu corazón, mente y fuerzas” (Mt. 22:37)
Ahora bien ¿Cómo podemos amar a ‘Ĕlohîm si resulta que se ha deformado el concepto a cerca de Él, quebrantando el Shem’a ? ¿Cómo puedo amar algo que deformo e impido que los demás sepan, negando su nombre y negando quién es en realidad?
4. Mâshîāj Yâhûshu`a nunca se hizo adorar como el ‘Ĕlohîm Padre
La cristiandad enseña que el Cristo (inclusive al Espíritu Santo) recibe la misma adoración que el Padre. El Mâshîāj Yâhûshu`a dejó bien claro que al Padre es al único a quien el pueblo de ‘Ĕlohîm ha de temer y rendir culto.
(Mattityâhû/Mt. 4:10): “Dijo Yâhûshu`a: Vete Śâtân, ya que está escrito: Adorarás a Yāhwêh tu ‘Ĕlohîm, y rendirás culto solo a él.”
La cita es de Debârîm/Dt. 6:13:
“Temerás a Yāhwêh tu ‘Ĕlohîm, a él rendirás culto, por su nombre jurarás.”
Yâhûshu`a es por medio de quien podemos rendir culto a ‘Ĕlohîm. Él es nuestro Kôhên hāGâdôl mediante el cual rendimos culto al Padre:
(Hebreos 9:14): “¿Cuánto más la sangre del Mâshîāj, quien mediante la rûaj eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a ‘Ĕlohîm, limpiará sus conciencias de obras de muerte, para que rindan culto al ‘Ĕlohîm Viviente?”
Y el Kôhên nunca puede ser temido y recibir culto como el ‘Ĕlohîm para el cual sirve. La cristiandad adora (devoción religiosa, y culto) al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo.
Dice el Catecismo Católico:
(CIC 691): "Espíritu Santo", tal es el nombre propio de Aquél que adoramos y glorificamos con el Padre y el Hijo... (cf. Mt 28, 19).
Tomado de: http://www.mormon.org/learn/0,8672,802-3,00.html
“Jesucristo
Jesucristo es el Hijo de Dios. Él es el Hijo Unigénito de nuestro Padre Celestial’s en la carne. Él es nuestro Redentor. Por medio de Jesucristo, nuestro Padre Celestial ha proporcionado el medio para que todas las personas se acerquen a Él y regresen a vivir con Él para siempre.
Amamos a Cristo. Adoramos a Cristo. Él es nuestro ejemplo y nuestro Salvador.”
La razón por la cual católicos y protestantes adoran a Jesús igual que a Dios el Padre, de la Santísima Trinidad, es tal cual dijimos, porque se le considera el mismo Dios. Para ello traducen el verbo griego proskuneo como adorar (devoción religiosa, y culto), siendo que dicho verbo tiene una variedad de usos, cuyo significado base es postrarse en reverencia. El verbo es usado en relación a hombres, donde implica postración (como en Revelación/Ap. 3:9). Sin embargo esa postración no es porque se le tema y rinda culto como a ‘Ĕlohîm, o como se hace ante un ídolo. La Escritura enseña claro que solo a Yāhwêh es a quien hemos de temer y rendir culto (Mattityâhû/Mt. 4:10; Yôjânân/Jn. 4:23; Debârîm/Dt. 6:13).
5. Yâhûshu`a el Mâshîāj nunca nos enseñó a orarle
El Mâshîāj nos enseñó a orar al Padre, no a él o al rûaj qôdesh como alternativas:
(Yôjânân/Jn.14:13): “Todo lo que pidan al Padre en mi nombre lo haré, para que el Padre reciba magnificencia en el Hijo.”
(Iyôb 8:5): “Si te vuelves al Poderoso, y clamas al Omnipotente […]”
(Colosenses 3:17): “Todo lo que hacen, ya sea de palabra o de obra, que sea en el nombre del Adôn Yâhûshu`a el Mâshîāj, reconociendo al ‘Ĕlohîm Padre mediante él.”
Shâ’ûl nos dice que reconozcamos y agradezcamos al Padre en el nombre del Mâshîāj. Que todo deba ser hecho en el nombre de Yâhûshu`a, incluyendo la invocación, no quiere decir que vayan dirigidas al Mâshîāj ni tampoco al rûaj qôdesh, como algunos claman al Espíritu Santo, en función del hecho que se dice que son personas de la Trinidad Divina.
Es cierto que la escritura habla de invocar el nombre del Mâshîāj. Veamos como lo invocan y corroboraremos que se trata de lo que nos dice Colosenses 3:17, en cuanto a hacer las cosas en el nombre de Yâhûshu`a.
(Ma'asêh/Hch. 19:13): “Algunos de los yahûdîm, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Adôn Yâhûshu`a sobre los que tenían espíritus malignos, y decían: Les conjuro por Yâhûshu`a, el que anuncia Shâ’ûl.”
Shâ’ûl lo hacía por voluntad de ‘Ĕlohîm, diciendo:
(Ma'asêh/Hch. 16:18): “Así continuó durante muchos días. Shâ’ûl se cansó de ello y se volvió diciendo al espíritu: Te ordeno en el nombre de Yâhûshu`a el Mâshîāj que salgas de ella. Y en ese preciso momento la dejó.”
Cuando Hānānyâhû/Ananías le dice a Shâ’ûl que invoque el nombre del Mâshîāj, y tome la Tevilâh limpiando sus transgresiones:
(Ma'asêh/Hch. 22:16): “Entonces: ¿Qué esperas? Levántate y haz inmersión; lava tus transgresiones invocando su nombre.”
Cuando el creyente hace inmersión invoca el nombre de Yâhûshu`a, pues lo hace en su nombre:
(Ma'asêh/Hch. 2:38): ”Këfa les dijo: Vuélvanse de sus transgresiones, y hagan inmersión en el nombre de Yâhûshu`a el Mâshîāj, para perdón de las faltas […]”
6. El Mâshîāj no es el Dios-Hombre
Antes que nada, primero definamos qué es ser [un] ‘Ĕlohîm, y desde una perspectiva de las escrituras. Para ello traeremos algunas citas donde se nos habla de ello:
(Yesh’ayâhû/Is. 44:8): “[…] No hay ‘Elôahh aparte de mí; no hay Roca; no la conozco.”
La cita anterior nos dice lo mismo que muchas otras, es decir hay un único Poderoso de quien todo procede (I Corintios 8:6). Este único Poderoso verdadero es identificado por el Mâshîāj como su Padre (Yôjânân/Jn.17:3).
Yesh’ayâhû/Is. 9:6 nos dice:
“Porque nos ha nacido un niño, se nos ha dado un hijo; la soberanía reposará sobre su hombro. Se llamará su nombre: Pêlê’ Yô’etz (Consejero Admirable), Ël Gibbôr (Poderoso Fuerte), Avî ‘Ād (Padre Eterno), Sār Shâlôm (Príncipe de Shâlôm).”
El Mâshîāj es Ël Gibbôr, y tiene un Ël (Poderoso) que es su Padre:
(Tehila/Sal. 45:7): “Tú amas la justicia y odias la maldad. Por eso ‘Ĕlohîm, tú ‘Ĕlohîm, te ha ungido con aceite de gozo sobre tus compañeros.”
Dice Tehilâh/Sal. 8:5 en relación al hombre:
“Lo has hecho algo menor a los ‘ĕlohîm […]”
Reina Valera 1960 ha traducido ángeles, al igual que la Septuaginta, cuando en el texto hebreo tenemos la palabra ‘ĕlohîm.
¿Quiénes son esos seres? Los cuatro seres vivientes, los veinticuatro mayores y muchos más. La palabra ángel en hebreo es mâlâk (enviado). Es por ello que los yahûdîm acusaban a Yâhûshu`a de hacerse ‘Ĕlohîm, porque dijo que era “Hijo de ‘Ĕlohîm”. Él les aclaró que si ‘Ĕlohîm (El Padre) llamó ‘ĕlohîm a quienes vino la palabra ¿Cuánto mas a quien el Padre purificó y envió al mundo? Como sabemos Môshêh fue constituido ‘Ĕlohîm para faraón (Shemôt/Éx. 3:11).
También se les llama ‘ĕlohîm a los ídolos, a los cuales se les clama y se les rinde culto, ubicándolos en un lugar (compárese con lo que se hace con Jesús) que solo le corresponde al Creador.
Ser ‘ĕlohîm no significa ser “EL ‘Ĕlohîm” el Padre (el Poderosos) sino “poderoso”, por delegación del único que lo es por si mismo. Los jueces de Yiśrâ’ël eran los ‘ĕlohîm, sin embargo eran hombres, no eran seres divinos sobre la tierra, como ven desde el paganismo.
Ahora bien, dice el Cristianismo que el Cristo es el eterno Dios hecho hombre, a través del misterio de la encarnación. El Cristo es Dios y hombre a la vez; él sería Dios por ser la segunda persona de la Trinidad Divina, y hombre, por ser el Verbo encarnado. Se dice también que la salvación solo puede ser llevada adelante debido a que en Cristo Jesús se centran ambas naturalezas a la vez; debido a que el es totalmente Dios y totalmente hombre.
El concepto según la óptica de las escrituras es otro: El Mâshîāj estando en la tierra era un hombre, en quién estaban puestos los siete espíritus (rujôt) de ‘Ĕlohîm, lo cual lo hacía poderoso, pues el Padre actuaba en él y por él, pero esto no es ser el mismo ‘Ĕlohîm hecho hombre. El valor de la obra salvadora de Yâhûshu`a no es que era el ‘Ĕlohîm (entendiendo al Ungido como un aspecto de dicho ‘Ĕlohîm, tal cual los cristianos definen a Dios) y hombre a la vez, sino que siendo un Hijo de ‘Âdâm, fue sin pecado, y así fue el Cordero que quita el pecado del mundo, para redimir a los hijos de ‘Âdâm. No hay enseñanza alguna en la Tôrâh que establezca que es el mismo ‘Ĕlohîm que debe hacer expiación por el hombre; esto no solo no está dicho, sino que atenta contra la salvación, pues el Mâshîāj debía ser un hombre.
(‘Ivrîm/He. 2:16-17): “Porque en realidad no vino a ocuparse de los mensajeros, sino de la descendencia de Abrâhâm. Por esta causa debía ser semejante a sus hermanos en todo, y ser un Kôhên hāGâdôl leal y misericordioso en los que refiere a ‘Ĕlohîm, para hacer la reconciliación por las transgresiones del pueblo.”
(Filipenses 2:6-8): “Quien siendo en forma de ‘Ĕlohîm, no estimó aferrarse al ser igual a ‘Ĕlohîm; sino que por si mismo se despojó a la forma de siervo, tomando semejanza de hombre, y estando en condición de hombre, se humilló, comportándose con obediencia hasta la muerte, y muerte en un madero.”
(Ma’asêh/Hch. 2:22): “Pueblo de Yiśrâ’ël, escuchen lo que les voy a decir: Yâhûshu`a de Netzaret, fue un hombre acreditado por ‘Ĕlohîm ante ustedes con milagros, prodigios y señales, que ‘Ĕlohîm hizo entre ustedes por su intermedio, como ustedes saben.”
Filipenses nos dice que estuvo en condición de hombre, no de Dios-Hombre. Këfa dice que fue un hombre acreditado por ‘Ĕlohîm, no que fue Hombre-’Ĕlohîm, entendiendo desde luego ‘Ĕlohîm como análogo a lo que el Cristianismo define el ser Dios. ‘Ĕlohîm se puede entender en Yâhûshu`a como ser poderoso, pues sin duda si el Poderoso único lo ungió, es poderoso, lo cual mostró por todas las obras que hizo, como luego dice el versículo siguiente: “Con milagros y prodigios”.
7. Mâshîāj Yâhûshu`a no es el hijo de la Reina del Cielo
El Mâshîāj nació de una muchacha yâhûdy llamada Miryam. Miryam no fue la Reina del Cielo, o la conocida en el Catolicismo Romano como: Virgen María. La mención a la Reina del cielo en la escritura es a un ídolo, al cual ofrendaban tortas.
La Reina del Cielo, era Astoret:
Strong #6253
Ashtorét; prob. por 6251; Ashtoret, diosa fenicia del amor (y aumento): -Astoret.
Astoret
Nuestra Señora de los Mares
Reina del Cielo
Actualmente el Catolicismo rinde culto a la llamada Reina del Cielo, la cual tiene al niño Jesús en sus brazos. Este culto no es en lo más mínimo según los mandamientos de ‘Ĕlohîm, sino que tiene su origen al culto de la madre con el niño, en Babel:
La Virgen con el Niño Jesús
Como vemos, en el paganismo el Niño Dios que nace de una Madre Divina es doctrina común, y además la Madre viene a ser adorada. De hecho también se considera que a Cristo se va por María.
La religión Católica afirma que a la Reina del Cielo no le dan el mismo culto que a Dios (Santísima Trinidad); y han definido un culto nuevo llamado de hiperdulía, así también como de dulía, para los Santos. Esto desde luego tampoco es palabra inspirada de ‘Ĕlohîm, pues el culto o tiene lugar o no; no hay “tipos” o “niveles” de culto, el cual corresponde en su totalidad al Creador, el único ‘Ĕlohîm verdadero.
8. El uso de la cruz y la imagen del Cristo
No hay mención alguna en las escrituras que la llamada “cruz” fuera utilizada como símbolo, menos aún como amuleto protector, o como símbolo para obtener dicha. Una cruz sea de la forma que sea (torcida, no torcida, la componente vertical mas grande, a la horizontal, etc.) no deja de ser una cruz al igual que el resto de los símbolos paganos, tales como el hexagrama, pentagrama, etc. Esto lo digo por el hecho que muchos piensan, por ejemplo, que un hexagrama pasa a ser tal (en un sentido ocultista), porque está dentro de un círculo. El hexagrama es tal esté dentro de un círculo o no, de hecho, a fines de las prácticas ocultistas es utilizado dentro de un círculo o sin estar dentro de él.
En el texto en griego se traduce la palabra griega stauros como cruz:
“staurós; de la base de G2476; estaca o poste (como clavada erecta), i.e. (espec.) poste o cruz (como instrumento de pena capital); fig. exposición a la muerte, i.e. negación propia; por impl. expiación de Cristo:-cruz.”
La Tôrâh nos habla de un madero, que en hebreo es ets.
(Debârîm/Dt. 21:22-23): “Si algún hombre comete falta digna de muerte, ha sido ejecutado y lo cuelgas en un madero, no dejarás que su cuerpo pase la noche en el madero. Lo enterrarás el mismo día, ya que un colgado es maldito por ‘Elohîm. Así no contaminarás el suelo que Yāhwêh tu ‘Elohîm te da como herencia.”
“ets; de 6095; árbol (por su firmeza); de aquí, madera (plur. palos):-arboleda, asta, cabo, carpintero, enmaderado, higuera, horca, ídolo, leña, leñador, leño, madera, madero, manojo, árbol, palo.”
Y esta alusión se hace en el texto en griego:
(Gálatas 3:13): “El Mâshîāj nos rescató de la maldición de la Tôrâh al hacerse maldito por nosotros, pues está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero.”
La palabra griega usada en este caso es xulon:
Strong #3586
“xúlon; otra forma de la base de G3582; madera (como combustible o material); por impl. vara, garrote o árbol u otro art. o substancia de madera:-madera, madero, árbol, cepo, palo.”
Dice el Diccionario Vine:
“[…] Nombre stauros (stauros, 4716) denota, primariamente, un palo o estaca derecha. Se clavaba en ellas a los malhechores para ejecutarlos. Tanto el nombre como el verbo stauroo, fijar sobre un palo o estaca, debieran distinguirse originalmente de la forma eclesiástica de una cruz de dos brazos. La forma de esta última tuvo su origen en la antigua Caldea, y se utilizaba como símbolo del dios Tamuz (que tenía la forma de la mística Tau, la inicial de su nombre) en aquel país y en los países adyacentes, incluyendo Egipto. A mediados del siglo 3 d.C., las iglesias se habían apartado de ciertas doctrinas de la fe cristiana, o las habían pervertido. Con el fin de aumentar el prestigio del sistema eclesiástico apóstata, se recibió a los paganos en las iglesias aparte de la regeneración por la fe, y se les permitió mantener en gran parte sus signos y símbolos. De ahí que se adoptara la Tau o T, en su forma más frecuente, con la pieza transversal abajada, como representación de la cruz de Cristo.”
Dice la Enciclopedia Estándar Internacional de la Biblia:
“Originalmente, el griego staurós, designó un madero vertical apuntalado o estacado en un punto firmemente a tierra. Tales estacas o postes eran comúnmente usados de dos maneras. Estas estacas o postes eran puestos uno junto al otro en línea o en fila para formar una barrera o una palizada defensiva alrededor de algún asentamiento, o sencillamente, estos eran plantados como instrumentos de tortura en los cuales los que quebrantaban seriamente la ley eran públicamente suspendidos sobre estos, hasta que morían (o si ya habían sido muertos, mantener sus cadáveres colgando a manera de deshonra). (Vol. 1, p. 825).”
La raíz común de la cruz es el símbolo de representación de Tamuz, el salvador de Babel.
Tanto el Catolicismo Romano como el Protestantismo utilizan el símbolo de la cruz. La diferencia en cuanto a los protestantes es que no es usado como protección/bendición, ni con un cuerpo pendiendo. No obstante, también es un símbolo identificativo cristiano.
En cuanto al aspecto en carne del Mâshîāj está totalmente deformado. Como sabrán el Mâshîāj no pudo ser nunca un hombre rubio de ojos azules, tal como un europeo, pues era de raza semítica.
9. Mâshîāj Yâhûshu`a vino a rescatar a su pueblo, y a los injertados a Yiśrâ’ël desde las naciones.
Dice el Catecismo Católico #1260:
"Cristo murió por todos y la vocación última del hombre es realmente una sola, es decir, la vocación divina. En consecuencia, debemos mantener que el Espíritu Santo ofrece a todos la posibilidad de que, de un modo conocido sólo por Dios, se asocien a este misterio pascual" (GS 22; cf LG 16; AG 7). Todo hombre que, ignorando el evangelio de Cristo y su Iglesia, busca la verdad y hace la voluntad de Dios según él la conoce, puede ser salvado. Se puede suponer que semejantes personas habrían deseado explícitamente el Bautismo si hubiesen conocido su necesidad.”
Dice un anuncio de los Mormones, o Santos de los Últimos Días:
Tomado de: The family: A proclamation to the world – 1999:
“…TODOS LOS SERES HUMANOS, hombres y mujeres son creados a la imagen de Dios. Cada uno es un amado hijo o hija espiritual de padres celestiales y, como tal, cada uno tiene una naturaleza y un destino divinos…”
La vocación “divina” del hombre no nos habla de verdadera confianza que rescata. Por el contrario, las religiones falsas muestran una profunda vocación hacia lo que cada uno entiende como divino, dando culto a ‘ĕlohîm que difieren del único verdadero. Millones han rendido culto a ídolos creyendo que se trataba del verdadero; sin embargo así murieron, sin enterarse nunca quién es. El hombre no puede separar entre lo verdadero y lo falso si no es por el Mâshîāj (por su rûaj qôdesh). Es ‘Ĕlohîm quien toma la iniciativa en llamar al hombre para concederle la salvación y permitirle que le rinda culto.
(Mattityâhû/Mt. 1:21): “Nacerá un Niño, y lo llamarás Yâhûshu`a, porque él salvará a su pueblo de sus transgresiones.”
(‘Ivrîm/He. 9:15): “Por lo tanto es mediador de un nuevo pacto, y así los llamados reciban la promesa de la herencia eterna […]”
(Ma’asêh/Hch. 2:39): “En efecto: Para ustedes es la promesa, para sus hijos, y para todos los que están lejos; para todos aquellos que llame Yāhwêh nuestro ‘Ĕlohîm.”
(Yâhûdâh/Jd. 1:1): “Yahûdâh, siervo de Yâhûshu`a el Mâshîāj y hermano de Ya’aqôb, a los llamados, que son amados por ‘Ĕlohîm el Padre, y resguardados en Mâshîāj Yâhûshu`a […]”
(I Këfa/P. 3:9): “No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; al contrario: bendiciendo, ya que fueron llamados con el objeto que heredaran bendición.”
(I Këfa/P. 2:21): “Para eso fueron llamados, porque el Mâshîāj sufrió por ustedes dejándoles el ejemplo para que sigan sus pasos.”
(Colosenses 3:15): “Que presida en sus corazones la shâlôm de ‘Ĕlohîm, a la que fueron llamados en un solo cuerpo, y sean agradecidos.”
(Efesios 4:4): “Un cuerpo y un espíritu, como uno es el anhelo al que fueron llamados.”
(I Corintios 1:24): “Sin embargo para los llamados, tanto yahûdîm como a griegos, el Mâshîāj es poder de ‘Ĕlohîm y sabiduría de ‘Ĕlohîm.”
(I Corintios 1:9): “Veraz es ‘Ĕlohîm, por quien han sido llamados a la mutua unión con su Hijo Yâhûshu`a el Mâshîāj, nuestro ‘Ădôn.
(I Corintios 1:2): “[…] a la congregación de ‘Ĕlohîm que está en Corinto; a los purificados en el Mâshîāj Yâhûshu`a, llamados a ser qâddôshîm […]”
(Revelación/Ap. 3:20): “¡He aquí: Estoy a la puerta y llamo! Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo.”
Nadie puede ir a Yâhûshu`a si el Padre no lo lleva, y nadie puede ser llevado no si antes hay llamamiento; ‘Ĕlohîm llama según su voluntad, no según la voluntad del hombre.
Un hombre puede rendir culto toda su vida a una imagen, y creer que esa es la salvación, inclusive, tener un concepto herrado de salvación ¿Por qué ha de ser rescatado ese hombre? ¿No es poderoso ‘Ĕlohîm para llamar a los que predestinó?
(Romanos 8:30): “A quienes predestinó los llamó; a los que llamó justificó; y a los que justificó engrandeció.”
Nadie puede conocer al Creador, no si antes ese Creador y Poderoso único le da los medios para hacerlo; y él da según su voluntad, no según lo que un hombre o una congregación o religión estiman que debe hacerse, y lo hace bajo la forma que él mismo establece:
(Romanos 9:16): “Por lo tanto, no es cuestión de querer (el que quiere recibir) o de correr (El que anuncia), sino que ‘Ĕlohîm tenga misericordia (Depende de su voluntad y buen querer).”
El hombre así llamado tiene el compromiso de responder al llamamiento.
De esta manera el Catolicismo Romano puede incorporar a la salvación (lo que entiendan como tal) a aquellos hombres que nunca supieron de ‘Ĕlohîm (evangelio según ellos lo predican), pero dicen “buscan la voluntad de Dios según ellos la conocen […]”. Estos hombres pudieron haber sido de cualquier religión que supuestamente “Dios” les dará la salvación, por no conocer el evangelio. Luego dicen: “Se puede suponer que hubieran deseado el bautismo (como ellos imparten dicho bautismo), de haber conocido su necesidad…”.
Ante todo, la necesidad es de creer y volverse de los pecados (Ma’asêh/Hch. 2:38). Tampoco podemos suponer que un individuo hubiera creído en la verdad, por el hecho que buscara la “divinidad” fervientemente y como él la conocía.
Un hombre, como ya citamos bien pudiera haber rendido culto a una imagen toda su vida pensando que era el camino correcto al Creador (lo que él entiende como tal). Sin embargo al presentársele las buenas nuevas de la redención de Yâhûshu`a, bien pudiera haberla rechazado, por no reconocerlo como la verdad.
Esta realidad nos remonta a al principio, cuando ‘Âdâm consumió del árbol de la ciencia del bien y del mal, procurando separar lo bueno de lo malo por la experiencia de los sentidos. Vemos como la búsqueda de la verdad por sus sentidos es un fracaso, a no ser que ‘Ĕlohîm introduzca su rûaj.
Yâhûshu`a fue claro:
(Yôjânân/Jn.14:6): “Yo soy el camino, la verdad, la vida, nadie viene al Padre sino por mí.”
La puerta de la salvación se abre a las naciones, pero hay una forma de llevarse adelante dicha salvación, esto no supone que ejerciendo fe en algo incorrecto pueda haberla.
13. El nombre del Mâshîāj verdadero no es Jesús, sino Yâhûshu`a.
Jesús no es una traducción ni transliteración del nombre del Mâshîāj, el cual es Yâhûshu’a, y cuyo significado es Yāhwêh [es] salvación. La cristiandad no solo ha sido condicionada a creer en un ‘Ĕlohîm que es una Trinidad Divina, y en un Mâshîāj diferente, sino también a llamarle por otro nombre.
Lo mas curioso aquí, es que específicamente Jesús en hebreo no solo no quiere decir lo mismo que Yâhûshu`a, sino que significa: He aquí (Je ) un caballo (Sus).
Strong #1887:
“הֵא je; partícula prim.; ¡he aquí!, ¡miren!:-he aquí.”
Strong #5483:
“סוּס sus; o
סֻס sus; de una raíz que no se usa que sign. saltar, brincar (prop. de gozo); caballo (porque salta); también golondrina (por su vuelo rápido):-caballería, caballo, corcel, grulla, veloz, volver. Comp. 6571.”
11. El salvador de las naciones nació el 25 de diciembre (la Navidad); Yâhûshu`a No.
La cristiandad celebra el nacimiento de Jesús el mismo día que los pueblos paganos celebraban el nacimiento del Sol. Esto sucedía el 25 de diciembre con motivo del solsticio de invierno. En Roma se celebraba la llamada Saturnalia del 17 al 23.
En el afán de terminar con la discusión que si Jesús es Dios o no, el Papa Julio I estableció que debería celebrarse el nacimiento del niño Dios Jesús el mismo día de la fiesta pagana Hagia Fota, la cual coincidía con la celebración del nacimiento de Mitras, Dionisio, Baco, Attis, Horus, y el dios que dio origen a esta celebración: Tamuz.
Como se puede ver, se trata del mismo culto y las mismas doctrinas, solo que camufladas y transformadas según una maquinación totalmente contraria a lo que nos dice la palabra de ‘Ĕlohîm.
De acuerdo con la duración del servicio de Yâhûshu`a en la tierra, el debió nacer en Sûkkôth, esto es en octubre. El murió decimocuarto día luego del inicio del año, el 14 del mes primero, y su servicio fue de tres años y medio, por tanto debió nacer en octubre, ya que seis meses de diferencia nos lleva a dicho mes.
12. El día de Cristo Jesús es el día del Sol: El Domingo
El día de precepto dado a Yiśrâ’ël fue el Shābbâth, según lo que señala la Tôrâh en el libro de Shemôt/Éx. 31:13:
“Y tú, habla a los hijos de Yiśrâ’ël diciendo: En verdad mis shabbâtôt han de guardar, ya que [es] una señal entre yo y ustedes de generación en generación, para que sepan que yo, Yāhwêh, los hago qaddôshîm."
El Domingo es el día de adoración del Sol, Mitras (Sun: Sol, Day: Día). Este día se fue imponiendo paulatinamente, mientras a su vez el sábado fue visto como “judaizar”; y así reemplazo el Shābbâth.
Dice el Catecismo Católico:
“2175 El Domingo se distingue expresamente del sábado, al que sucede cronológicamente cada semana, y cuya prescripción litúrgica reemplaza para los cristianos. Realiza plenamente, en la Pascua de Cristo, la verdad espiritual del sábado judío y anuncia el descanso eterno del hombre en Dios. Porque el culto de la ley preparaba el misterio de Cristo, y lo que se practicaba en ella prefiguraba algún rasgo relativo a Cristo (cf 1 Co 10,11):
Los que vivían según el orden de cosas antiguo han venido a la nueva esperanza, no observando ya el sábado, sino el día del Señor, en el que nuestra vida es bendecida por él y por su muerte (S. Ignacio de Antioquía, Magn. 9,1).”
“2181 La eucaristía del Domingo fundamenta y ratifica toda la práctica cristiana. Por eso los fieles están obligados a participar en la eucaristía los días de precepto, a no ser que estén excusados por una razón seria (por ejemplo, enfermedad, el cuidado de niños pequeños) o dispensados por su pastor propio (cf CIC, can. 1245). Los que deliberadamente faltan a esta obligación cometen un pecado grave.”
“2182 La participación en la celebración común de la eucaristía dominical es un testimonio de pertenencia y de fidelidad a Cristo y a su Iglesia. Los fieles proclaman así su comunión en la fe y la caridad. Testimonian a la vez la santidad de Dios y su esperanza de la salvación. Se reconfortan mutuamente, guiados por el Espíritu Santo.”
Claramente el Catolicismo Romano enseña que la que llaman eucaristía dominical, es un TESTIMONIO de pertenencia y fidelidad a Cristo. Jamás fue ordenado el Domingo como precepto, y mucho menos como testimonio de pertenencia y fidelidad al Mâshîāj y su congregación; máxime si a esto le agregamos que el Domingo es el día de adoración al Sol, o Mitras. El cristianismo se alineó con el paganismo estableciendo el festejo de la navidad. Así también el día de la semana correspondiente a la adoración del Sol fue el día de precepto para la cristiandad.
El argumento presentado a favor de este culto, es que Jesús resucitó en domingo. Yâhûshu`a resucitó al finalizar el Shābbâth, luego de tres días y tres noches de su muerte.
Tratar de justificar el cambio del día de reposo debido a la resurrección del Mesías, es entonces un argumento doblemente falaz, primero porque el Mâshîāj verdadero resucitó en Shābbâth (inclusive es sábado para el calendario civil hasta las 00 hs), y segundo porque no hay prescripción que indique que la resurrección sería el momento en el cual el día de reposo sería cambiado, pues éste es acuerdo perpetuo entre ‘Ĕlohîm y su pueblo; aún luego de la venida de Yâhûshu`a, el Shābbâth será el día de reposo para todo el mundo (Yesh’ayâhû/Is. 66:23).
El Catecismo hace una cita de I Corintios 10:11, la cual en ningún momento habla sobre un cambio del día de precepto:
(B. de Jer.): “Todo esto les acontecía en figura, y fue escrito para aviso de los que hemos llegado a la plenitud de los tiempos.”
Quisiera comentar a los estimados lectores, algo que se suele hacer en los estudios y doctrinas, y es hacer referencia a una cita bíblica, entonces el lector inexperto, más aún si no acostumbra a ir a las escrituras para corroborar el apoyo o referencia que supuestamente la cita da al estudio, se ve incentivado a aceptar lo que dice dicho estudio, suponiendo que es verdad, dado que se hace referencia a las escrituras. Luego traen si palabras de S. Ignasio de Antioquía, donde habla de un cambio al día del Señor. Es importante tener claro que ninguna cita de las escrituras inspiradas habla sobre un cambio del Shābbâth, menos aún como reemplazo; la prueba está que creyentes del Mesías yâhûdy continúan guardando el Shābbâth tal cual fue ordenado en la Tôrâh.
El Concilio de Laodicea del siglo IV, fue el que estableció el guardar el Domingo, y de trabajar en sábado. Esto último se menciona como “judaizar”, no siendo esto para nada judaizar, sino que fue dado como tilde persecutorio, sobre todo con base en prejuicios antisemitas.
13. La participación con Cristo Jesús es concebida como en el paganismo, mediante una hostia.
Precisamente ese mismo día del Sol o Domingo es cuando el Catolicismo observa el día de precepto. La comunión con Cristo Jesús se concibe mediante la ingesta oral de la llamada hostia.
En la foto vemos al Papa Juan Pablo II (el Papa: Máxima autoridad en el Cristianismo), sosteniendo el llamado Ostensorium, la cual contiene la hostia, o la que llaman el cuerpo del Cristo; pues creen que dicha hostia (especie de oblea redonda y delgada) se convierte en el cuerpo mismo de dicho Cristo. Esta doctrina es llamada transubstanciación. Los fieles entrarían en comunión con Cristo mediante la ingesta de esta hostia consagrada por el sacerdote, único autorizado para tal efecto. De hecho se indica adoración y culto a la hostia:
(CIC #1378): “El culto de la Eucaristía. En la liturgia de la misa expresamos nuestra fe en la presencia real de Cristo bajo las especies de pan y de vino, entre otras maneras, arrodillándonos o inclinándonos profundamente en señal de adoración al Señor. "La Iglesia católica ha dado y continua dando este culto de adoración que se debe al sacramento de la Eucaristía no solamente durante la misa, sino también fuera de su celebración: conservando con el mayor cuidado las hostias consagradas, presentándolas a los fieles para que las veneren con solemnidad, llevándolas en procesión" (MF 56).”
La palabra de ‘Ĕlohîm es clara respecto de esta actitud:
(Shemôt/Éx. 20:4-5): ”No te hagas ninguna imagen ni figura de lo que hay arriba en los cielos, ni abajo en la tierra ni lo que hay en las aguas debajo de la tierra. No te inclines ante ellas ni las honres, puesto que yo soy Yāhwêh tu ‘Ĕlohîm, Êl Qannă’ (Poderoso Celoso), que castigo la maldad de los padres en los hijos, hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian.”
Yâhûshu`a dijo que el pan era su cuerpo (Mr. 14:22), pero estaba usando un hebraísmo, los cuales son comunes en la escritura. Él no dijo que se podían convertir el pan y el vino en su cuerpo y sangre respectivamente, sino que indicó que su cuerpo era entregado para rescate, y además que partieran el pan en su memoria, como señal de mutua unión de unos con otros, y anunciando su muerte hasta su venida. De hecho la Tôrâh es clara en cuanto a la prohibición de comer sangre. El consumo del que habla Yâhûshu`a no tiene nada que ver con ser convertidos su cuerpo y sangre; que se les deba rendir culto y adorar, y que la participación con él esté dada por ingerir dicha carne y sangre. Tampoco se indicó como practica tal cual hace el Catolicismo Romano, que el sacerdote renueve y actualice el sacrificio del Cristo, pues al menos el de Mâshîāj Yâhûshu`a fue hecho una vez y para siempre (‘Ivrîm/Hebreos 10:14).
La hostia redonda simboliza al Sol. De hecho el amarillo es característico de sus símbolos, a los cuales le agregan los rayos, como vemos. Esto debió ser un factor iconográfico de gran persuasión inclusive para los pueblos de América, en el llamado proceso de “evangelización”, pues todos los pueblos que ya tenían el culto solar, cuyo origen se remonta a Babel, tenían estos elementos de culto en común. La religión de Babel que había existido entre los paganos por milenios, ahora tenía una forma nueva llamada cristianismo, y llegó inclusive a América.
14. Yâhûshu`a estuvo tres noches en el corazón de la tierra, Jesús dos.
El "Viernes Santo" no es el día de padecimiento de Mâshîāj Yâhûshu`a; y si tenemos un Domingo de Resurrección, el Adôn estuvo muerto dos días ¿Puede ser esto correcto? ¿Podemos confesar de nuestra boca que el Mâshîāj resucitó al tercer día, si decimos que muere en viernes y resucita en domingo? ¿No es ese acaso, el perdón de nuestras faltas, y la base de nuestra fidelidad?
Las discrepancias en cuanto el Jesús grecorromano y el Yâhûshu`a anunciado por los emisarios del siglo I, son tajantes y decisivas. Los mismos emisarios anunciaron que esto sucedería en los tiempos siguientes a ellos (I Timoteo 4:1). Cumpliéndose lo que anunció Këfa:
(II Këfa 2:1): “Pero también hubo falsos profetas en medio del pueblo, como también habrá en medio de ustedes, falsos maestros que introducirán encubiertamente herejías de perdición; aun rechazando al Adôn que los redimió; lo que les ocasionará inminente perdición.”
Declarar que el Adôn estuvo muerto dos noches es declarar un falso testimonio, pues es claramente una negación, con la consiguiente perdición, pues la liberación viene por ejercer confianza en la verdad (II Tesalonicenses 2:13). Una de las características del anti Mâshîāj es que procura cambiar los tiempos y la ley (Dânî’ël 7:25).
La Navidad, fecha cuando los romanos festejaban la Saturnalia, fue utilizada como fecha para festejar el nacimiento del Cristo. En ningún lugar de la Escritura vemos que se festejara el nacimiento de Yâhûshu`a, menos aún en 25 de diciembre; fecha cuando en el paganismo se festeja el nacimiento del Sol.
¿Imaginan lo que hubiera significado para el Imperio Romano adoptar una fecha igual a los judíos? No olvidemos que ellos rechazaban todo lo judío (la situación no ha cambiado); por lo que los emperadores y poderosos comenzaron a cambiar todo, de manera de que la religión les permitiera anexar a las muchedumbres de individuos acostumbrados a festejar de acuerdo calendario solar. De esa manera se les decía que eran cristianos, y que festejaban al mismo que padeció en el madero, en medio oriente; cuando en realidad estaban deformando la verdadera enseñanza y los tiempos.
Mediante una disposición Constantino decretó el día de Pascua por unanimidad para todo el Imperio como el día Domingo. Es curioso que la Deidad Solar Mitras precisamente resucitó en Domingo. Como podemos apreciar hay una actitud anti judía pronunciada en el emperador, lo que viene manifestándose desde siempre, y en este caso lleva a sustituir las doctrinas de la Tôrâh, en cuanto al Mâshîāj, por otras en función del Cristo que se viene gestando desde el primer siglo en el mundo pagano. Ya desde el siglo II se van incorporando concepciones filosóficas en cuanto al Creador y Su obra, introduciendo conceptos ajenos a la Tôrâh.
Hemos de aclarar que a partir de Mordekay/Mr. 16:8, algunos manuscritos presentan una llamada “conclusión corta”, y otros una “conclusión larga”. De todos modos se dice otra cosa si cambiamos de lugar la coma, según las traducciones:
(Mordekay/Mr. 16:9):
(Reina Valera 1960): “Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana...”
(Reina Valera 1989): “Una vez resucitado Jesús, muy de mañana en el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de la cual había echado siete demonios.”
(Reina Valera 1865): “Mas como Jesús resucitó por la mañana, el primer día de la semana...”
(NVI): “Cuando Jesús resucitó en la madrugada del primer día de la semana...”
Veamos que dice el texto griego, y considerando que en el mismo no hay signos de puntuación:
El texto griego comienza con las palabras:
αναστας δε
Anastas (resucitado/habiendo resucitado) de (pero, y, bien)
Y además tampoco hay signos de puntuación, por lo que podríamos decir ubicando la coma inmediatamente luego de estas dos palabras:
"Y habiendo resucitado, por la mañana del primer día de la semana…"
Lo correcto es decir que: Habiendo resucitado, por la mañana del domingo o primer día de la semana, apareció a Miryâm de Magdala/María Magdalena. Lo cual armoniza con la resurrección al finalizar el Shabbât, cumpliendo Yâhûshu`a la señal profética que había anunciado a los sâfârîm y perûshîm.
15. Conclusiones
Como dijimos en la introducción, ‘Ĕlohîm mismo envía un poder engañoso, para que sean condenados aquellos que no creyeron en la verdad. Este proceso de falsificación y de creación de una mentira que se ubicara en lugar de la verdad, ha estado gestándose desde los primeros siglos. El recaer de la fe no es un fenómeno de los últimos tiempos. Una traducción correcta de I Timoteo 4:1 dice que en los próximos tiempos a los emisarios, los hombres caerían de la sana doctrina.
Cuando Shâ’ûl dice a los tesalonicenses que estaba operando el misterio de la iniquidad, la palabra griega traducida como “iniquidad” es “anomia” ¿Qué es anomia? Es “sin ley” ¿A qué ley se refiere? A la Tôrâh, la única ley que rige para Yiśrâ’ël. Es decir, se estaba produciendo un proceso de sustitución de la verdad (la Tôrâh) por una anti Tôrâh, cuya culminación es la manifestación en la carne de dicha anti Tôrâh, o el llamado “falso mesías”.
Hemos analizado varios puntos mediante los cuales corroboramos que Jesús Cristo no es Mâshîāj Yâhûshu`a, y esto no solamente porque se ha cambiado el nombre bajo el pretexto de una transliteración. Ahora usted sabe que no solo es un nombre diferente, sino que podemos decir lo mismo que dice la escritura, cuando utiliza el concepto de nombre: Que se trata de OTRO.
A menudo la Religión Cristiana, ya sean católicos o protestantes, no tienen reparo en señalarnos que Alá y Buda son el mismo Diablo. Sin embargo ya vimos que entre Alá, Buda y Jesús la segunda persona de la Santísima Trinidad no hay diferencia en cuanto a Yāhwêh, pues tienen en común que son ídolos.
Nuestra percepción nos puede indicar erróneamente que algo que se parece lo más posible a la verdad, tiene que ser más acepto ante ‘Ĕlohîm porque simplemente el hombre diga que es el Creador. La justicia la establece ‘Ĕlohîm, no el hombre; si no es ‘Ĕlohîm es un ídolo, y su Mâshîāj no es Yâhûshu`a sino un falso Mesías.
Ahora que usted ha visto la evidencia, puede basarse en la escritura, que le revela por la rûaj de ‘Ĕlohîm. El protestantismo no está menos desviado de la verdadera doctrina que el Catolicismo, pues a quién adoran es el mismo; este es Jesús, la segunda persona de la Trinidad Santa.
La Cruz, no es un símbolo perteneciente a una Religión, sino, que es un simbolo como todos los otros que engloba una sabiduria Universal que trasciende tiempo y espacio. En escencia la Cruz representa al Ser Humano como totalidad en sus areas y dimensiones, tanto espiritual como fisica. La Cruz es similar en todas las culturas y pueblos en donde se utilizó,para dividir la rueda del año, para dividir el zodiaco, muchas culturas usaron la cruz, los egiocios tiene su cruz que representa vida eterna, para resumir y tipificar en ella los misterios de transmisión esotérica, al igual que muchas culturas se usaron el Hexagrama, el Pentaculo, etc, etc. Incluso hay una imagen bien común que es una cruz, con una circunsferencia a su alrededor que la envuelve, pues esa aunque es utilizada por los Cristianos, es un simbolo Pagano Celta que representa al Sol
Algunas ves pensastes que la cruz es un simbolo cristiano, mmmm veo lo investigastes, supongo que piensas que murio en una cruz y no en maredo, mmmm debes investigar mas.
http://au.youtube.com/watch?v=JTqWinlw91U&feature=PlayList&p=5C3B421B8D2822B2&index=0
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llegara el momento que tendrán que aceptar la realidad, el es el sol, que pensaban que el aura era un adorno, los antiguos sabían ese secreto por eso lo pintaban con el aura y que rayos piensan que significa el Ostensorium, hostia redonda, la corona de espina, que crees son las rayos del sol, puros símbolos solares y no se dan cuenta, que decir de celebrar navidad el solsticio invernal cuando el sol vuelve a subir, no se dan cuenta, investiguen
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